Víctima una jóven de 17 años obligada por la madre a beber alcohol y tomar drogas antes de la violación por parte del padrastro.
La madre de la jóven junto al padrastro fueron arrestados por cargos de violencia sexual de grupo contra menor de edad
Una fiesta familiar, una noche de diversión que en pocos minutos se conviertió en una pesadilla para una jóven de 17 años. Lo más triste y sorprendente de toda esta historia es que la madre fue complice de la violación.
Según las investigaciones y las declaraciones de la jóven la madre le habría dado de beber alcohol, con benzodiacepinas, (sustancias psicoactivas), para ayudar al padrastro para que abusara de la jóven.
Después de esa terrible noche, la mujer, de 38 años de nacionalidad ecuatoriana, y su pareja un ciudadano pakistaní de 39 años, terminaron tras las rejas. Ambos han sido denunciados por violencia sexual de grupo, y violación a menor de edad. Dada la peligrosidad del hombre y la mujer, el tribunal de menores quitó a la mujer ecuatoriana la custodia de los otros dos hijos, un niño y una niña, que ahora están siendo asistidos por los servicios sociales, como víctimas de la violencia.
Los hechos ocurrieron el pasado 4 de diciembre.
La jóven declaró frente a la policía que estuvo en una fiesta en compañía de su madre y su padrastro, en el barrio de San Fruttuoso en Génova
Los dos le habrían hecho beber y le habrían dado benzodiacepinas mezcladas con bebidas alcohólicas. Una vez drogada y que regresaron a casa, donde vivían los tres, la joven ecuatoriana habría sido abusada por el hombre frente a los ojos de la madre, sin embargo la jóven cuando habría intentado reaccionar la madre mientras el hombre abusaba de ella le habría dicho que no debería rebelarse sino dejar al padrastro que la toque.
La menor violada fue escuchada dos veces por los policías en cada declaración salían a relusir preciosos detalles
Al principio la jóven no declaró nada sobre la presencia de la madre. Pero cuando los investigadores la escucharon por segunda vez en presencia de un psicólogo, contó en lágrimas que junto a ella estaba su madre sentada en la cama donde estaba siendo violada y cuando trató de reaccionar fue ella quien le dijo que tenia que satisfacer los deseos del padrastro. Los agentes interrogaron a varios testigos que confirmaron la historia de la jóven: la vieron junto a la madre y al padrastro y notaron que su madre la convencia que tenía que beber algo de un vaso.
A confirmar la historia de la noche de pesadilla también fueron algunos mensajes que la jóven habría recibido del padrastro, en los que el hombre le decia que estaba mal y que fue una equivocación y que se merecía la cárcel por lo que le habría hecho.
«Me equivoqué, escribió el hombre en los días siguientes, merezco estar en prisión por lo que hice». No es una confesión real, pero si fue un elemento importante para el juez para poner a los dos tras las rejas y así salvar a los tres niños del riesgo de nuevos abusos.
Te puede interesar: Abuelo ecuatoriano en Italia abusa sexualmente por años de las nietas: arrestado