Tras le emergencia del Coronavirus el Gobierno italiano ha declarado el bloqueo total del país, tras esta decisión muchas familias viven situaciones que no se esperaban en sus casas, una de ellas el tema de las drogas.
Ser obligado a quedarse en casa compartiendo cada momento del día con tu familia o con las personas que vives puede sacar a la luz verdaderos dramas familiares.
Muchos padres han notado, según las declaraciones de la agencia de prensa Adnkronos, que se han dado cuenta que sus hijos son drogadictos solo estando 24 horas en casa con ellos. De hecho, hay muchos pedidos de ayuda en estos días de cuarentena y aislamiento social, subraya.
Historias ocultas de padres que descubren otro enemigo invisible dentro del hogar.
Federica Rossi Gasparrini, presidenta de Federcasalinghe, dijo a Adnkronos que estos problemas son muchos, especialmente en las grandes ciudades.
«Mi hijo Roberto (15 años) está muy enfermo. Es malo y se hace daño solo. yo no entiendo que es lo que pasa, mi esposo piensa que nuestro hijo tiene alguna adicción a las drogas y no quiere hablar de eso con nadie. Estamos desesperados y encerrados en la casa, no sabemos qué hacer. Todo lo que necesitamos es un número de teléfono confiable donde obtener ayuda para aquellos que saben qué hacer», dice una mujer de Turín.
De Messina en cambio: «¡Ayúdame! ¡Mi hijo, de 21 años, toma drogas! Pero en gran medida! Debe salir cada dos días. Inicialmente decia que iba hacer compras pero después me dí cuenta que no era asi, descubrí una realidad muy dura de aceptar: la venta de droga no se ha detenido ni en la cuarentena del Coronavirus. Mario me pide dinero, de hecho lo exige; un día me dijo: ‘mamá, no puedo evitarlo, tienes que ayudarme, temo que se pondrá violento, ¿qué debo hacer? ¡Necesito ayuda es urgente! ».
Estas son solicitudes de apoyo reales que han llegado durante la cuarentena de coronavirus, a los diversos representantes regionales de las Asociaciones, que cuenta con unos 9 millones de miembros.
“Estos son dramas vinculados a la pobreza: realidades de muchas madres, mujeres que escriben y que a menudo no pueden hablar y explicar bien las cosas porque viven en casas pequeñas, tienen miedo de ser escuchadas y luego sufrir violencia; son situaciones dolorosas, desestabilizadoras para la familia pero en las que, concluye el presidente de Federcasalinghe, a menudo vemos la fuerza de voluntad y nosotros tratamos de ayudarlas».
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