Puede que tener una buena noche de sueño sea la clave de rutina de belleza.
¿Cansada de que tu piel se vea descolorida y cansada todos los días al levantarte? ¿Pensando en qué sería de ti si no pudieras aplicarte corrector? No te preocupes, no estás sola y no eres la única que se ha cansado de ponerse más y más productos en el rostro sin encontrar los resultados que busca. Lo más posible es que no te hayas puesto a pensar en la importancia de una buena noche de sueño y es que, al parecer, eso del “sueño de belleza” sería más real de lo que pensábamos. Sigue leyendo para averiguarlo.
Recibes menos oxígeno
La experta en temas de la piel, Katie McCaffrey, comenta que cuando dormimos profundamente la sangre de nuestro cuerpo llega a la superficie de nuestro rostro (y de otros lugares del cuerpo) y es en este minuto en el que nuestro organismo comienza con el proceso de oxigenación. El propósito de este mecanismo es reparar la piel, darle oxígeno y llenarla de nutrientes por lo que cuando dormimos menos es posible que nos saltemos este proceso. Esta sería la razón por la que al otro día despertamos con un cutis no tan ideal y un rostro que se ve muy cansado. No sólo tú tienes sueño, tu rostro también agradecería unas horas extras con tu almohada.
El proceso de desintoxicación se ve interrumpido
Katie también comenta que, al mismo tiempo, nuestra piel libera las toxinas a las que se ha visto expuesta durante el día en este momento de la noche. Es posible que hayas notado que luego de una mala noche de sueño despiertes con más imperfecciones o granitos en el rostro. Esto se debe a que, como la piel no pudo desintoxicarse, todas las bacterias presentes pueden formar desagradables granitos o puntos negros.
No disfrutamos de los beneficios de la regeneración celular
Además de requerir dormir las horas necesarias, nuestra piel también requiere un cierto tipo de sueño: el sueño profundo o REM. Es sólo en este estado que nuestro cuerpo logra comenzar a regenerar las células que fueron afectadas o perdidas durante el día por lo que mientras más liviano o reparador sea nuestro sueño menores posibilidades tendremos de que nuestro rostro se regenere y se repare.
El estrés que provoca dormir menos genera un círculo vicioso
Uno de los grandes culpables a la hora de no poder conciliar un sueño profundo es el estrés, por lo tanto es importante lograr desconectarte por las tardes y comprender qué cosas te ayudan a relajarte. Si lo tuyo es ejercitar o darte un baño de tina por las noches, hazlo, no sólo dormirás mejor y te sentirás más descansada al día siguiente, sino que también es posible que uses mucho menos corrector y maquillaje en general, algo que tu piel siempre agradecerá. El cuidado de nuestra piel es algo que siempre nos tiene atentas, y aunque muchas veces creemos que las únicas soluciones son caras cremas faciales o usar mucho maquillaje para cubrir lo que no queremos que sea vea, es posible que lo único que necesites sea irte a la cama un poco más temprano, tomar tu almohada favorita y disfrutar de un descanso reparador.
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