Tres muertos y 70 no ubicacos. En la nave trabajaban unos 30 peruanos y otros 25 eran pasajeros, había también chilenos y de otros países de Latinoamérica
Roma, sabado 14 de enero de 2012- El mayor crucero italiano, el «Costa Concordia», con 4.229 ocupantes a bordo naufragó anoche, viernes 13, en las inmediaciones de la isla de Giglio.
Un accidente que parecería inexplicable, en un mar tranquilo y con un crucero super tecnológico. El Cónsul del Perú en Florencia, Manuel Veramendi, que fue al lugar indicó que el peruano que falleció tras el hundimiento del crucero se llamaba Tomás y que trabajaba como miembro de la tripulación.
Parece que el peruano y los dos franceses habrían muerto ahogados. El peruano Tomás era de Trujillo había nacido en 1969. Se supo también de peruana de 25 años, no ubicada, de nombre Erika Soria.
Desde el Cusco, los padres de Ericka Fanny Soria Molina pidieron el apoyo de la embajada peruana en Italia para encontrar el cuerpo de su hija, ya que hasta el momento no tienen ninguna información.
El peruano José Miguel Herrera, quien trabajaba en la nave encallada, manifestó por teléfono a una radioemisora local su extrañeza porque el capitán, a quien no identificó, y parte de sus tripulantes, fueron los primeros en abandonar el barco, antes que los pasajeros, indicó Prensa Latina.
Y añadió que en el Costa Concordia trabajaban como empleados o tripulantes más de 30 peruanos.
Hasta el momento, los socorristas italianos buscan a las 70 personas no localizadas del crucero con más de cuatro mil personas a bordo, muchos turistas y varios latinoamericanos.
El responsable de la empresa Cruceros Bonavista, Eduardo Gaviria, que embarcó a un grupo de peruanos a la embarcación Costa Concordia indicó que un total de 25 compatriotas (de los 26 que envió), se encuentran a salvo. ndicó, además, que dos de sus amigos estaban desaparecidos. Se trata de Ericka Soria y Christian Ventura.
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