A partir del 1 de junio decidirán los prefectos y no más el Minisiterio del Interior.
Roma – 3 de mayo de 2012 – Está por llegar un procedimiento más rápido para las “ciudadanías italianas por matrimonio”, a los cerca de veinte mil extranjeros que cada año toman la ciudadanía tricolor, a través del matrimonio con un italiano/a.
A partir del 1 de junio, las solicitudes ya no serán examinadas por el Ministerio del Interior, como era hasta el momento, ahora serán asignados a las prefecturas. Este cambiamento debería garantizar una reducción del tiempo, como explica una directiva del Ministro, Anna María Cancellieri, el comunicado se acaba de publicar en el Boletín Oficial (Gazzetta Ufficiale).
El comunicado aclara que quien se casa con un ciudadano italiano puede adquirir la ciudadanía dos años después del matrimonio, si vive en Italia, ó después de tres años, si reside en el extranjero. Y cuando luego nacen los hijos, los términos se reducen a la mitad, de doce y dieciocho meses respectivamente.
La Directiva confiará al Prefecto la tarea de aceptar o rechazar las solicitudes presentadas de personas residentes en Italia. El Jefe del Departamento de Libertad Civil decidirá sobre las personas que viven en el extranjero. Este hecho – subraya Cancellieri – «, se trata de una valutación discreto y prudente con criterio y valor político que se publicará, una vez comprobada la existencia o no, de los requisitos establecidos, y la ausencia de ciertos prejuicios o menos.»
El Ministerio del Interior sólo se dedicará de ver las solicitudes, a las que, durante la investigación surgan «razones inherentes para la seguridad de la República» lo cual podría ser la causa para el rechazo de ésta misma.
En éstos casos, entra en juego «en términos generales, un juicio discreto y prudente sobre la aptitud de los actos, comportamientos, etc., de los ciudadanos que aspiran a los intereses vitales a la Nación».
«La directiva – explica la Cancellieri- tiene como objetivo una mayor racionalización de los procedimientos.» Además, «parte sustancial de las políticas de integración de aquellos extranjeros que, a través del vínculo matrimonial, se convierten en miembros con pleno derecho de la comunidad nacional, y con eso aceptando el compromiso al respeto, la pertenencia y a la promoción de los valores puestos como base de la República Italiana».
Elvio Pasca
