Durante años se le opuso sobre todo la Lega y los Hermanos de Italia, que ahora están en el gobierno y no saben muy bien cómo salir de él.
El 30 de junio, el parlamento deberá votar la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), una institución europea que tiene como objetivo ayudar a los países de la Eurozona en dificultad económica. La reforma ya está aprobada desde hace tiempo a nivel europeo y todos los países implicados han concluido el procedimiento de ratificación parlamentaria excepto Italia, por lo que las instituciones europeas presionan al gobierno italiano para que proceda a la ratificación, dado que es bloqueando esencialmente la entrada en vigor de la reforma. En los últimos días el parlamento estuvo enfrascado en la discusión en la Comisión de Asuntos Exteriores, en la que sin embargo surgieron dificultades especialmente dentro de la mayoría que conforma el gobierno, que no sabe muy bien cómo gestionar esta votación por razones políticas.
A excepción de Forza Italia, en el pasado los partidos que conforman la actual mayoría se han pronunciado reiteradamente contra la reforma del MEDE y contra el propio instrumento, en definitiva porque se consideraba un mecanismo burocrático europeo opresor que habría limitado la libertad de los países individuales para tomar sus propias decisiones económicas. En realidad es un tema muy técnico, especialmente la última reforma, pero en Italia el debate en torno a ella ha adquirido implicaciones políticas que están resultando complicadas para la mayoría y para el gobierno de Giorgia Meloni.
En particular, los problemas para Italia están en dos frentes, el europeo y el interno: por un lado, no aprobar la reforma corre el riesgo de poner al gobierno en una posición difícil con las instituciones europeas; por otro, la mayoría parlamentaria podría tener dificultades en el proceso de aprobación en la cámara.
En cuanto a la cuestión europea, el Gobierno intenta ganar tiempo y retrasar al máximo la votación final sobre la ratificación de la reforma para concluir primero dos importantes y delicadas negociaciones que están en marcha con las instituciones europeas: que por la liberación de las cuotas del PNRR, el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, y por la reforma de la normativa europea sobre presupuestos, el denominado Pacto de Estabilidad. Mientras tanto, sin embargo, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, dijo durante una rueda de prensa que “sería bueno” que Italia ratificara la reforma incluso después de las “peticiones recurrentes del Eurogrupo”.
La cuestión de la política interna, por otro lado, se refiere a las opiniones sobre el MES que tienen los distintos partidos que constituyen la mayoría: los Hermanos de Italia y la Liga siempre han estado en contra tanto de la reforma como del MES en general; Forza Italia tiene posiciones más suaves y favorables, más cercanas a las del Partido Demócrata y Acción-Italia Viva.
El gobierno de Giorgia Meloni había dicho inicialmente que estaba esperando la decisión del Tribunal Constitucional alemán sobre un recurso que podría haber descarrilado la aprobación de la reforma por parte de Alemania, pero fue rechazado y desde diciembre Italia sigue siendo el único país que bloquea la entrada en vigor de la reforma. reforma. Desde entonces, sin embargo, los tonos del ministro de Economía, el miembro de la Liga Norte Giancarlo Giorgetti, y de la propia Meloni se han suavizado mucho. Durante una entrevista con Puerta a puerta Meloni había dicho que “si seguimos siendo los únicos que no aprobamos la reforma, bloquearemos también a los demás” y que “el parlamento finalmente lo discutirá”.
La Comisión de Asuntos Exteriores está examinando actualmente dos proyectos de ley que aprueban la reforma propuesta por el Partido Democrático y Action-Italia Viva, que luego deben ser votados el 30 de junio. Con la esperanza de ganar más tiempo, la mayoría había pedido una opinión razonada sobre la reforma al Ministerio de Economía, quizás con la esperanza de obtener un informe que expresara perplejidades sustanciales y permitiera a las partes no abordar el tema directamente.
Sin embargo, el jefe de Gabinete del Ministerio emitió este miércoles un dictamen que en resumen se declara favorable, en el que dice que “la ratificación del citado acuerdo no supone nuevas o mayores cargas” para las finanzas públicas y que la reforma no contempla “cambios como los que sugieren un aumento en el riesgo”.
El asunto causó cierta vergüenza al gobierno, sobre todo porque mostró una distancia entre Giorgetti y el partido al que pertenece. De hecho, la Liga había propuesto votar inmediatamente en contra de los dos textos de la oposición, pero finalmente la sesión se aplazó al jueves, cuando la mayoría se salió del paso al no participar en la votación. Por lo tanto, la Comisión de Asuntos Exteriores aprobó el texto que ratifica la reforma con solo los votos del Partido Democrático, Azione-Italia Viva y Alleanza Verdi Sinistra. El Movimiento 5 Estrellas se abstuvo.
El texto será examinado por la Comisión de Presupuesto para dictamen y luego devuelto a la Comisión de Asuntos Exteriores en los próximos días, donde se votará el mandato del relator del texto. Finalmente, el 30 de junio se iniciará la discusión del proyecto de ley en la Cámara.
El MEDE es una organización intergubernamental entre países que tienen el euro y se encuentran en serias dificultades económicas. Es un componente muy importante de la unión monetaria: sirve para juntar el dinero de todos y utilizarlo cuando sea necesario, ya que dentro de una misma área monetaria los problemas de un país pueden repercutir en otros.
Todos los países de la eurozona ayudan a financiar el ESM y pueden solicitar su ayuda. Para recibirlo, se debe aceptar un plan de reformas cuya aplicación será supervisada por la llamada “Troika”, el comité integrado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. El plan de reformas suele incluir medidas muy impopulares como recortes en el gasto público, privatizaciones, liberalizaciones y un cambio en la legislación laboral para hacerla más “flexible”, para hacer sostenibles las finanzas públicas. Hasta la fecha, Grecia, Chipre, Portugal e Irlanda han adoptado programas de ayuda ESM durante la crisis de la deuda soberana de 2011-2012.
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