El asesinato se habría desencadenado tras la disputa por la gestión del Metropolis: Manuel Costa debería haber puesto sobre la mesa 30.000 euros para reabrir el local y no el socio según la confesión del asesino.
«¿Me equivoqué a disparar a Manuel Costa? No lo sé; él debería haber puesto treinta mil euros en la mesa para reabrir el Metropolis. Pero se negó, a pesar de que le expliqué que no le debía nada. Le correspondía a él liquidar esa suma. Insistí, pero él no quería escuchar ninguna razón, discutimos, entonces le disparé».
Sin mostrar remordimiento, Fabio Giaccio, de 43 años, originario de Caserta, respondió a las preguntas de los investigadores sobre el asesinato del socio Emanuele Costanza, conocido como «chef Costa», de 41 años, quien fue asesinado con dos disparos el pasado viernes 10 de Marzo. Palabras que ayer convencieron al juez de Roma Gaspare Sturzo para validar la detención del hombre que en la noche del delito se encontró con el chef – primo de la ex gieffina Floriana Secondi y propietario de la Osteria degli Artisti, en via Germano Sommeiller – para aclarar sus relaciones económicas.
Giaccio, por el momento, está siendo investigado por cargos de homicidio voluntario premeditado, habiéndose presentado a la cita con un arma cargada. Está es la reconstrucción de lo que habría ocurrido, hecha por el sospechoso en las tres horas de interrogatorio realizado por el fiscal Mario Palazzi. Costa – cuyos familiares son asistidos por el abogado Cesare Gai – y su asesino están frente al Metropolis, cerca de la Osteria degli Artisti, el negocio iniciado por los dos hombres en junio pero cerrado en diciembre pasado.
“Queríamos reabrir el restaurante”, dijo Giaccio. «Había algunos pequeños trabajos por hacer. A él le correspondía pagar su parte. Mi parte ya la había dado. En cambio, comenzó a decir una cosa por otra, luego a descargar sobre mí las responsabilidades del cierre y, finalmente, a exigirme que corriera con todos los gastos». A partir de ese momento, la situación empeoró: «Me enfadé delante de sus No. Gasté mucho dinero y él habría sido el experto en la materia. Empecé a gritar y Emanuele también. Grité mis razones y Costa respondió en voz alta las suyas. Tal vez hasta nos dimos unos cuantos empujones».
La pelea antes de la tragedia: «Después de haberlo escuchado que negaba que tenia deudas pendientes, a pesar de todo lo que yo había invertido, no lo pense dos veces: saqué mi revólver y disparé. dos tiros secos. En ese momento me alejé. Asustado y sorprendido por lo que había hecho. Pero nada hubiera pasado si se hubiera comportado como una persona seria. Al final, decidí entregarme a la policia».
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