«Quiero vivir así, dando la vuelta al mundo a son de música, junto a mis jóvenes». Podría resumirse así la historia humana y profesional de Diego Carneiro artista multifacético y uno de los más destacados jóvenes brasileño y ecuatoriano de corazón, como el mismo lo declaró en la rueda de prensa organizada en el Consulado de Ecuador en Roma.
La música para Diego, siempre ha sido una pasión, la disciplina y el estudio desde muy temprana edad lo han llevado a ser galardonado y a participar en varios festivales internacionales obteniendo en su carrera grades éxitos, sin embargo el artista, según afirma, tuvo siempre una necesidad incontenible, un sueño: el que sería a su vez regalar un sueño a tantos jóvenes ecuatorianos de bajos recursos que aman la música, que quieren aprender y darles además la oportunidad de trabajar dentro de una orquesta para que después puedan presentar al público su máxima expresión de integración musical, de ahí nace su «Orquesta Jóven de Ecuador» – afirma Carneiro.
El objetivo va más allá de la música
Diego combina un interés casi social con la música. «De hecho Orquesta Jóven de Ecuador, es un proyecto desafiante, nos dice, que tiene como objetivo conocer y dar a conocer a las personas la música clásica, ecuatoriana y latinoamericana, integrando diferentes jóvenes de todo el Ecuador en un solo contexto, con el fin de trabajar juntos formando valores entre ellos y que creen una sintonía con el público llegando a ocupar un lugar importante en la sociedad como artistas y musicos».
Sentir su chelo que vibra, casi respira junto a él mientras lo suena
Emocionó emocionandose, el día de ayer Diego Carneiro, en el concierto que posteriormente a la rueda de prensa ofreció en el IILA organizado por la Embajada de Ecuador en Italia, donde además hizo entrar a los presentes en un túnel lleno de melodías, con su técnica fenomenal, la imaginación, la inteligencia musical y el dominio total del escenario y su arte, destacando de esta manera su ser artista y músico a la vez.
Tras el repertorio que había preparardo Carneiro para su público se unieron a él, el jóven violinista ecuatoriano que vive en Bergamo Mateo Montalvo que emocionado entonó algunas canciones con su violín; importante además la participación del grupo musical Proyección Matices que dió luz al evento donde el director Marco Cruz junto a sus jovenes tuvieron la oportunidad de sonar diferentes canciones tradicionales ecuatorianas con el Maestro.
No cabe duda que mirarlo y escucharlo del vivo a Diego Carneiro cuando se exhibe en silencio es entrar en su mundo, la conexión que el crea con el público es única, crea un contacto profundo, logra que cada uno de los presentes siga las vibrantes e intensas notas del instrumento, entrando en su tiempo da vida a un proceso compartido, logrando así renovar cada vez en sus oyentes el encanto más auténtico de la música.
Cristina Zambrano León
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