Alejandro Augusto Stephan Meran, el video de la jefatura de policía de Trieste: desde la entrada hasta el tiroteo de 5 minutos
Alejandro Augusto Stephan Meran, de 29 años, el jóven de Santo Domingo quien asesinó a dos agentes en la sede de la policía en Trieste el viernes, permanecerá en prisión
El juez de las investigaciones preliminares Massimo Tomassini escribió una orden de cinco páginas para confirmar la prisión como la única medida posible contra el dominicano.
Esta es la condena preliminar tras la evaluación de la capacidad criminal del sospechoso, el juez habla de una «agresión que merece la máxima atención y el mayor rigor a pesar de que el dominicano no tenga cargos en su contra», y escribe: «Un hombre que sin ninguna razón plausible crea tal tragedia es un sujeto dotado de un cargo antisocial» que puede ser reprimido «solo con la prisión», el abogado solicitó para el dominicano el arresto domiciliar, petición que el juez dijo absolutamente No!.
Muy perturbador el hecho de que «descargó» el arma robada de uno de los dos policías, dado que este gesto, no lo hacen todos, esto muestra según el juez una familiaridad con las armas, una familiaridad que también se puede percibir en las fotos del día del tiroteo que lo retratan mientras sostiene las dos armas.
¿De qué fotos habla el GIP? La referencia, es a las imágenes del video grabado por las cámaras en el atrio de la Questura
Alejandro Meran dispara con la pistola en una mano y exhibe la segunda arma aún en el porta armas, que arrancó del cinturón del segundo policía cuando el agente ya estaba herido en el suelo.
Cuando terminaron los 15 disparos de la primer arma, el dominicano escapo fuera de la estación de policía y después tiró el arma. Ese es el momento en que uno de los policías que estaba fuera, el mismo que luego lo bloqueará disparandole en la ingle, escuchó el ruido que hacen las pistolas cuando se «descargan», es decir, cuando se quita el seguro y esta lista para disparar. .
La reconstrucción de los hechos, también muestra los tiempos exactos de la tragedia: a las 16.51 los agentes Matteo Demenego y Pierluigi Rotta llegan a la estación de policía con los hermanos Alejandro y Carlysle Meran, a las 16.56 las cámaras del atrio capturan la imágen de Alejandro que regresa con las armas en mano.
Todo esto dura cinco minutos: Los policías que entran con los dos hermanos, Alejandro pide ir al baño y luego los gritos, el primer asesinato, el segundo policía asesinado mientras corría para ayudar a su colega y el tiroteo que termina con la captura. A las 5.55 pm, los médicos certificaron la muerte de Matteo y Pierluigi.
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La posibilidad que Alejandro intente escapar y que repita el crimen, convence al magistrado a asignar al dominicano la prisión, una vez fuera del hospital
El juez también cuenta sobre los gritos de Alejandro a Carlysle: «Querían matarme», «Charly me quieren matar, ¿dónde estás?». El juez acusó a Alejandro de disparar contra otros ocho policías y señala la ausencia de evidencia objetiva sobre una posible enfermedad mental del hombre.
La única evidencia de supuesta enfermedad mental proviene de lo que dicen los miembros de la familia y, para los investigadores, los familiares son de parte del jóven. Las verificaciones eventualmente se realizarán más adelante o en caso de que lleguen documentos de Alemania que demuestren que Alejandro fue seguido por trabajadores de salud por enfermedad mental, como dijo la madre Bethany.
El magistrado en la condena prliminar escribe además que «hay referencias frecuentes a las perturbaciones psíquicas del sospechoso, pero por el momento no hay documentos médicos sobre el asunto, y por lo tanto no parece haber elementos para argumentar que él, en el momento de los hechos, era en una condición penalmente relevante de conformidad con los artículos 88 y / u 89 del Código Penal».
Este es uno de los pasos fundamentales en la orden del juez, que manda a Alejandro con orden de custodia en prisión. Se podrían haber tomado diferentes medidas si se hubiera reconocido la inestabilidad mental del sospechoso. Entre los objetos incautados por la autoridad judicial, hay un porta armas con un cinturón roto, lo que demuestra el hecho de que Alejandro habría «arrancado» el arma de Demenego, eso quisiera decir que el dominicano entendia lo que estaba haciendo.