El Vaticano portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi confirmó hoy el encuentro entre el Pontífice y el líder cubano.
Roma, miércoles 28 de marzo de 2012 – Fue la primera entrevista entre Fidel de 85 años con Benedicto XVI de 84. Castro se había reunido dos veces con Juan Pablo II, en 1996 en el Vaticano, y luego en su histórica visita a Cuba, en 1998.
El líder máximo de la revolución, en el poder hace más de 50 años, había escrito una de sus «reflexiones» en la que manifestaba públicamente su intención: «Gustosamente saludaré mañana miércoles a Su Excelencia el Papa Benedicto XVI, como lo hice con Juan Pablo II (en 1998), un hombre a quien el contacto con los niños y los ciudadanos humildes del pueblo suscitaban invariablemente sentimientos de afecto», señaló en el artículo publicado en el portal oficialista Cubadetabe.
«Decidí por ello solicitarle unos minutos de su muy ocupado tiempo cuando conocí por boca de nuestro canciller Bruno Rodríguez que a él le agradaría ese modesto y sencillo contacto», añadió Fidel.
Benedicto XVI poco antes, en la homilía, durante la misa en la Plaza de la Revolución, ante 300 mil personas pidió que las autoridades refuercen la libertad religiosa. Que se dieron pasos hacia adelante pero que es necesario reforzar lo que se logró.
El papa también dijo que Cuba y el mundo necesitan cambios. Benedicto XVI alentó a los cubanos a perseverar en la luz de Cristo, como testigos de la caridad, respondiendo al mal con el bien.
“Bendito sea Dios –dijo– que nos reúne en esta emblemática plaza, para que ahondemos más profundamente en su vida. Siento una gran alegría de encontrarme hoy entre ustedes y presidir esta Santa Misa en el corazón de este Año jubilar dedicado a la Virgen de la Caridad del Cobre”.
Indicó también que hay otros que interpretan mal esta búsqueda de la verdad, llevándolos a la irracionalidad y al fanatismo, encerrándose en «su verdad» e intentando imponerla a los demás. Son como aquellos legalistas obcecados que, al ver a Jesús golpeado y sangrante, gritan enfurecidos: «¡Crucifícalo!» (cf. Jn 19, 6), destacó el Santo Padre, añadiendo que «sin embargo, quien actúa irracionalmente no puede llegar a ser discípulo de Jesús.