El parlamento se rebela contra Maduro. Él responde: «La mayoría somos nosotros». Miles de personas en la calle a protestar, enfrentamientos con la policía: hay personas muertas.
El día de ayer en Venezuela y en todo el mundo será recordado como el día de los dos presidentes en el país sudaméricano, para muchos el comienzo de la fase terminal de un gobierno hostil que dejó en la pobreza gran mayoría de la población y mal visto de casi todos los países de Latinoamérica y Estados Unidos.
Un día de protestas, con desfiles y manifestaciones reprimidas por la policía y el ejército y las acusaciones por Maduro y su aleados de golpe de estado.
Se vió y se vivierón escenas parecidas a los años setenta, con la policía en contra de los manifestantes, mientras que la televisión estatal emitía programas de cocina y programas de juegos de béisbol.
Y todo inició cuando el parlamento controlado por la oposición ha designado al diputado Juan Guaidó como Presidente interino de Venezuela, quien fue inmediatamente reconocido por Donald Trump, seguidos por los gobiernos de Canadá, Brasil, Colombia, Chile, Argentina, Ecuador, Perú, Paraguay y la Oea, Organización de los Estados Americanos.
Un proceso hecho posible gracias al respeto del artículo 233 de la constitución, que permite a la Asamblea Nacional destituir al presidente en carga.
Nicolás Maduro apareció después de un par de horas de que inició la manifestación desde el palacio presidencial en Miraflores para repudiar el «golpe de Estado estadounidense», anunciando el colapso completo de las relaciones diplomáticas con Washington.
Treinta y cinco años, enemigo histórico de Chávez Leopoldo López, Guaidó es la última carta en manos de una oposición que ha visto a todos sus líderes arrestados o en el exilio. Un líder nacido casi por casualidad, desconocido hasta hace un mes y buscado por el Sebin, la policía política que tendría en contra de él una orden de captura por «traición al país».
A apoyarlo ayer, fueron los venezolanos que tomaron las calles en todo el país y en las calles del mundo entero, en Venezuela hubo varios enfrentamientos con un saldo parcial de al menos siete muertos y decenas de heridos.
Todas las cartas están sobre la mesa y como siempre, el futuro de Venezuela gira en torno a la lealtad de los militares a Maduro.
Cristina Zambrano León
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