Jóven menor de edad de nacionalidad ecuatoriana que esperaba el metro en Milán fue bloqueada por otro ecuatoriano de veinte años que intentó molestarla, sin embargo la jóven lo mordió y huyó.
No hay límites para las situaciones y los momentos en los que podemos tener encuentros que «cambian» nuestras vidas, incluso muchas veces arruinandola.
Hablemos de mujeres. Y, en particular, de la jóven ecuatoriana de 17 años que conoció a su «monstruo» este pasado domingo por la mañana (parecierá un chiste dado que justo ese día fue el día mundial contra la violencia a las mujeres) mientras estaba sentada en la estación de metro esperando la línea verde, en la parada «Central», que la llevaría de vuelta a casa después de una salida con sus amigas.
Fue esa mañana y en ese momento cuando detrás de ella se acercó un chico a su vez de nacionalidad ecuatoriana, que nunca antes habría visto, que la habría bloqueado y acosado, según el artículo del periódico italiano Il Giornale. La jֶóven aunque si asustada, enojada y quién sabe qué más, habría tenido la fuerza y el coraje para reaccionar morderle la mano y empezar a gritar y correr hasta llegar a los vigilantes en lágrimas haciendo que el agresor se diera a la fuga, lo cual fue inútil dado que no paso mucho tiempo para que los agentes de seguridad del metro lo arrestaran.
La estación de metro a esa hora no estaba aislada, sin embargo, el hombre, como explicó más adelante en detalle la ecuatoriana a los policias, no le importo y logró bloquearla, girarle bruscamente la cabeza y obligarle a besarlo.
El ecuatoriano empezando a tocarla e impidiéndole de subierse en el metro, le habría dicho: «Tú no vas a ninún lado, tu te vienes a mi casa conmigo».
Así según lo que contó la jóven a la policía se habría dado inmediatamenente cuenta de que la decisión a tomar tenía que ser muy rápida, en ese momento era ella o él, «Sin pensar dos veces, lo mordí fuerte la mano, el me dejó de inmediato, así pude correr y llegar hasta donde estaba la seguridad, sin embargo el no dejó de seguirme y solo al ver a los guardias intentó escapar en vano».
Los vigilantes lo habrían bloqueado y esposado. El ecuatoriano de veinte años, ha sido acusado de violencia sexual, para el se le abrieron las puertas de la prisión de San Vittore en Milán. La jóven, después de haber hecho la denuncia oficial, fue acompañada a su casa por la policía.
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