En Génova ayer domingo, organizada por el Apostolado del Mar. El cuerpo de la peruana Erika aún no aparece
Roma Lunes 23 de enero de 2012 – Poco después de la primera semana del naufragio del crucero italiano Costa Concordia, se realizó ayer una misa en Génova, en la iglesia de Santa Caterina, en sufragio por las víctimas, desaparecidos, tripulantes y sus familias. Hasta el momento 13 muertos y unos 20 desaparecidos.
El mayor crucero italiano, el «Costa Concordia», con 4.229 ocupantes a bordo naufragó el viernes 13, en las inmediaciones de la isla de Giglio. Entre los tripulantes había varios peruanos, un de los cuales fue encontrado el cuerpo si vida de Tomás Alberto Costilla Mendoza (49), que era de Trujillo. y de la otra peruana, Erika Soria de 25 años, no hay noticias.
La misa fue organizada por los voluntarios del Apostolado del Mar (A.M.), asociación italiana que desde hace muchos años dota a las embarcaciones de Costa Cruceros de capellanes a bordo, para asistir a más de 14 mil miembros de la tripulación.
El Apostolado del Mar ha vivido esta tragedia en primera persona a través de Don Raffaele Malena, el Capellán que se encontraba a bordo del Costa Concordia, que se ha prodigado en salvar vidas humanas y ofrecer palabras de consuelo y apoyo en los momentos dramáticos del acontecimiento.
Desde el día siguiente del naufragio, el 14 de enero, diversos equipos del A.M. compuesto por los voluntarios del Stella Maris, les brindán consuelo, apoyo psicológico y respondiendo a sus necesidades más inmediatas.
Hasta este momento, casi todos los miembros de la tripulación han sido repatriados a sus Países de origen. Aunque dentro de algunos días cale el silencio mediático sobre este asunto, persistirán las heridas, los traumas y las consecuencias psicológicas, cuya cicatrización requerirá un largo plazo de tiempo.