Mensaje a la FAO con motivo del Día Mundial de la Alimentación 2010
Roma, 16 de octubre de 2010 – Benedicto XVI destacó la necesidad de liberar a la familia humana del hambre y criticó este viernes la falta de solidaridad de los países desarrollados con los más pobres y necesitados, en un mensaje enviado a la FAO con motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación.
Este mensaje que el Papa envió al director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas, Jacques Diouf, fue publicado hoy por la Oficina de Información de la Santa Sede.
“El tema del Día Mundial de la Alimentación de este año, Unidos contra el hambre, es un oportuno recordatorio de que todos tienen que realizar un compromiso para dar al sector de la agricultura su importancia adecuada”, señala el Pontífice.
“Es necesario que todos -desde los individuos a las organizaciones de la sociedad civil, Estados e instituciones internacionales- den prioridad a uno de los objetivos más urgentes de la familia humana: la liberación del hambre”, añade.
Profundizando en ello, Benedicto XVI indica que “para lograr la liberación del hambre es necesario garantizar no sólo que se dispone de suficiente comida, sino también que todo el mundo tiene acceso diario a ella”.
“Esto significa promover todos los recursos e infraestructuras necesarios para sostener la producción y la distribución a escala suficiente para garantizar plenamente el derecho a la alimentación”, explica.
En la línea de su encíclica social Caritas in veritate, el Papa afirma que “se necesitan iniciativas concretas, conformadas por la caridad, e inspiradas por la verdad, iniciativas que sean capaces de superar los obstáculos naturales relacionados con los ciclos de las estaciones o las condiciones ambientales, así como los obstáculos provocados por el hombre”.
Iniciativas como “la reciente decisión de la comunidad internacional de proteger el derecho al agua”, que supuso “un importante paso adelante”.