Era del 2 por ciento. Abrogado por la simplificación fiscal del gobierno Monti.
Roma, 5 de marzo de 2012 – Entró en vigor el decreto sobre las simplificaciones fiscales que acabó con el impuesto sobre las remesas de los inmigrantes que no estaban inscritos al INPS.
El viernes 2 fue publicado el decreto en la ‘Gazzetta Ufficiale’ y por lo tanto entró inmediatamente en vigor.
El impuesto había sido introducido pocos meses atrás por iniciativa de la Lega Nord, y obligaba a pagar un impuesto del 2 por ciento del dinero enviado. Estaban exentos los ciudadanos extracomunitarios residentes en Italia que tuvieran matricula INPS y código fiscal.
Sucedía que incluso muchos inmigrantes regulares, pero que no trabajaban pues ancianos o venidos con la reunificación familiar, tenían que pagarlo. Lo mismo le sucedía a los sacerdotes, religiosos y religiosas.
En realidad muchos de quienes tenían que enviar dinero y no poseían los requisitos, le pedían a algún amigo que lo hiciera, evitando así el impuesto.
El gobierno del primer ministro Mario Monti eliminó el impuesto, justificándolo con los empeños internacionales de Italia sobre el costo de las remesas. De hecho el envío de dinero en patria por pare de los inmigrantes (regulares o irregulares) es un factor importante para el desarrollo de los países de origen, que sirve para apoyar a las familias, realizar estudios, pero también a iniciar pequeñas actividades empresariales.
Entretanto para enviar dinero quedan en vigor los otros obstáculos previstos por el ‘paquete seguridad’ del 2009, como presentar el permiso de estadía. Si quien envía no lo hace tiene que ser señalado a las fuerzas del orden. No es que la policía saldrá a buscarlo, si bien en una futura regularización puede pesar pues figurará como clandestino en Italia.