No más diferencias para la afiliación, participación en carreras y campeonatos de los jóvenes atletas. Sólo la Lega Nord vota contra.
Roma, 15 de abril 2015 – Sí desde Montecitorio a la ciudadanía deportiva. En la espera de una ley que diga que quién crece en Italia es italiano.
Los hijos de inmigrantes serán iguales a los hijos de italianos, al menos en el campo de fútbol, en las pistas de atletismo y gimnasios donde se entrenan todos los días junto a sus compañeros. Podrán ser registrados para la competición de nivel agonal, así como participar en concursos nacionales e internacionales, apuntando a la victoria de la camisa azul como aquellos que ya tienen la ciudadanía tricolor.
Es un pequeño paso significativo lo que ha hecho ayer la Cámara de Diputados, donde fue aprobado el proyecto de ley «Medidas para promover la integración social de los niños extranjeros que viven en Italia a través de la admisión en los clubes deportivos pertenecientes a las asociaciones nacionales, disciplinas asociadas o instituciones promotoras del deporte «. Ahora esperamos el sí del Senado.
El único artículo de la ley establece que «los menores de dieciocho años de edad que no son ciudadanos italianos y que resultan regularmente residentes en territorio italiano al menos desde el cumplimiento del décimo año de edad podrán inscribirse en los clubes y sociedades deportivas que pertenecen a las federaciones nacionales o en disciplinas asociadas, con el mismo procedimientos de inscripción prevista para los ciudadanos italianos».
La afiliación seguirá siendo válida incluso «después de haber cumplido dieciocho años de edad, hasta el completamiento de los procedimientos para la adquisición de la ciudadanía italiana», por parte de quién ha presentado la solicitud.
Esta ley evitará que en futuro se repitan casos como el de tuvo que afrontar a diecinueve años Nadia Sbitri, patinadora de origen marroquí que desde un año de edad reside en Italia, y que tuvo que renunciar a su participación en el mundial de Taipéi 2013 a causa años de retrasos en su práctica para la ciudadanía italiana.
«Es un acto de gran civilización. Es una ley que elimina las diferencias, al menos en el deporte», dijo Bruno Molea, diputado de Scelta Civica primer firmante de la propuesta. «Es un gran logro que hace justicia a los jóvenes extranjeros, nacidos o criados en nuestro país, que finalmente pueden seguir amigos y coetáneos italianos en la actividad deportiva agonal sin impedimentos relacionados con la posesión de la ciudadanía.»
«Así se pone fin a una injusticia – enfatiza el exponente de Scelta Civica – totalmente inaceptable y discriminatoria, que ve a estos niños ir a la escuela con nuestros hijos, pero sin poder compartir la posibilidad de hacer deporte a nivel agonal».
El texto aprobado por una abrumadora mayoría: 422 sí, sólo 12 no. Los únicos que votaron contra fueron los miembros de la Lega Nord.
«Parte de la iniciativa que es la base de este proyecto de ley es el ius soli; esta es una especie de caballo de Troya para poder llegar a donde quieren llegar: dar el ius soli a todos los que han nacido en nuestro país y que muchos de ellos ni siquiera vienen criados aquí, una idea que nosotros no compartimos», explicó en el Parlamento Roberto Simonetti de la Lega Nord. Una enmienda propuesta, y rechazada, querían obligar a los clubes a emplear por lo menos «el 70 por ciento de atletas de nacionalidad italiana» en competiciones, ligas y torneos.
A.Pinate
Fuente: Stranieriinitalia.it
