La música reggae jamaicana que alcanzó la fama gracias a artistas inolvidables como Bob Marley ha conseguido por fin su hueco en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
El reggae se originó en un medio cultural de grupos marginados que vivían principalmente en la parte occidental de la ciudad de Kingston
“Su aportación a la reflexión internacional sobre cuestiones como la injusticia, la resistencia, el amor y la condición humana pone de relieve la fuerza intelectual, sociopolítica, espiritual y sensual de este elemento del patrimonio cultural”, ha explicado la organización en un comunicado.
El reggae conserva intactas toda una serie de funciones sociales básicas de la música, vehículo de opiniones sociales, práctica catártica y loa religiosa y sigue siendo un medio de expresión cultural del conjunto de la población jamaicana.
La Unesco ha anunciado la decisión en su reunión de Port Luis, Mauricio, donde examina esta semana varias candidaturas para su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El reggae amalgama de antiguos ritmos musicales jamaicanos y de otros de orígenes muy diversos caribeños, latinoamericanos y norteamericanos. En todos los niveles del sistema educativo del país, ha recordado Unesco, “está presente la enseñanza de esta música, desde los jardines de infancia hasta las universidades”.