Los ciudadanos extranjeros que tienen un permesso di soggiorno válido pueden viajar, incluso por turismo, tanto para ir a su propio país como a todos los países Schengen: Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, España, Austria, Grecia, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Islandia, Noruega, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Malta, Suiza.
No se solicitará autorización, siempre que la estancia en el extranjero sea por un máximo de 90 días. Solo será necesario llevar siempre, además del pasaporte, también el permesso di soggiorno, documento imprescindible para volver a Italia.
Si el destino es en cambio un país que no pertenece al espacio Schengen, es necesario verificar si se requiere visa para visitarlo según los acuerdos con su país de origen. En este caso, deberá viajar con su pasaporte, permesso di soggiorno y visa si es necesario. Por otro lado, aquellos que están esperando la renovación de su permesso di soggiorno (que debe solicitarse dentro de los 60 días posteriores a su vencimiento): solo se permite el regreso a su país, en vuelo directo de ida y vuelta desde y hacia Italia, sin poder hacer escalas incluso en los países Schengen.
El viajanete debe llevar consigo su pasaporte, una fotocopia del permiso vencido y el recibo de la solicitud de renovación. Aquellos que esten esperando el primer permesso di soggiorno, por reagrupación familiar o por trabajo siguiendo los llamados flujos, también deberán de llevar consigo la visa que autorizó la primera entrada en Italia, en base a la cual solicitaron el permesso di soggiorno.
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