“La realidad italiana de la inmigración no coincide solamente con los desbarques, hay inmigrados que viven en Italia desde hace más de veinte años”.
Roma, 2 de Octubre 2012 – En Italia es hora de salir de la cultura de la emergencia: los desbarques de inmigrados han disminuído respecto al año pasado. El símbolo de la inmigración no es Lampedusa, sino los lugares o la escuelas donde conviven en gran armonía personas y niños orginarios de tantos Países”.
Lo ha repetido el ministro para la Cooperación e Integración Andrea Riccardi antes del Forum nacional de la Cooperación en Milán.
“Tenemos que trabajar más sobre el aspecto de la integración, que concierne sea los extranjeros sea los italianos – ha explicado el ministro- desarrollando los aspectos de la acojida, del idioma, como los de la legalidad y de la seguridad”. La realidad italiana de la inmigración, ha subrayado, “no coincide solamente con los desbarques, hay inmigrados que stán desde hace más de veinte años en éste País, niños nacidos aquí, que hablan y estudian italiano, que esperan la ciudadanía. Tenemos que parar de ver la inmigración con desconfianza porque los inmigrados son un gran factor para el crecimiento y el desarrollo de nuestro País”.