El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, acudió hoy a la ciudad de Crotone (Calabria, sur) para rendir tributo a los 67 migrantes muertos en el mar el pasado domingo y reunirse con sus familiares, el único alto cargo del Estado que acudió a la capilla ardiente.
La presencia del jefe del Estado contrasta con la ausencia de la primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, que este jueves ha comenzado una visita oficial en la India. Mattarella fue recibido en el polideportivo de Crotone, donde se han colocado los féretros, varios de ellos de color blanco, de algunos de los menores muertos en el naufragio. Los vecinos de esta localidad de la región de Calabria recibieron al presidente con aplausos y le reclamaron «justicia y verdad» por esta tragedia que puede superar el centenar de muertos.
En el polideportivo, Mattarella permaneció unos instantes en silencio ante los féretros y luego mantuvo una reunión privada en Crotone con los familiares de las víctimas, quienes le pidieron la repatriación de los cuerpos a sus países de origen o donde residan sus familiares, y apoyo económico para ello, así como el traslado de los supervivientes desde el centro de acogida en el que se encuentran a un lugar más adecuado y facilitar la reagrupación familiar.
«Todos los presentes pidieron al presidente que tragedias como ésta no vuelvan a repetirse», dijo Médicos sin Fronteras (MSF), que presta ayuda psicológica a los supervivientes. Matarella también visitó a los supervivientes ingresados en el hospital de Crotone, quince en total, y regaló algunos juguetes a los niños.
El naufragio, investigado por la Fiscalía, se produjo en la madrugada del pasado domingo cuando la barcaza de madera en la que habían zarpado desde Turquía unos 180 migrantes, según los supervivientes, se hundió frente a las costas calabresas, en un mar muy embravecido. Hasta el momento se han recuperado 67 cadáveres, entre agfanos, iraníes, pakistaníes y sirios, y unas 80 personas lograron sobrevivir, mientras se busca a los desaparecidos.
La nueva secretaria del opositor Partido Demócrata italiano, Elly Schlein, elegida el pasado domingo en unas primarias, también acudirá a Crotone para despedir a las víctimas y visitar a los supervivientes, acompañada por una delegación de parlamentarios de su formación.
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