“En el País crece la tradición anticuada del ius sanguinis – pasado de moda -. No hubiera sido un escándalo sancionarlo también por ley”.
Roma,17 de Octubre 2012- “Me hubiera gustado lograr, en la durada de mi mandato una redifinición del derecho de ciudadanía” pero lamentablemente no ha sido posible, en el Parlamento se ha determinado un cierto punto muerto”.
Lo ha dicho hoy día el Ministro de la Integración y la Coperación, Andrea Riccardi, en la inauguración del año académico de la Universidad Pontificia Salesiana.
“Me parece que en el País – ha explicado Riccardi en su conferencia de prensa – crece la tradición del nuestro anticuado ius sanguinis no está más en grado de responder a las exigencias de una sociedad que acoge gente proveniente de cada parte del mundo, y sobre todo, forma a los propios hijos, plasmandolos como italianos”.
Pero en el Parlamento “el temor que un ius soli – puro – pudiera resultar demasiado extensivo” ha impedido de proceder en esta dirección.
“Teníamos una ocasión preciosa para darnos cuenta de la realidad».
O sea quién nació en Italia, habla italiano, se inmerge en el estudio de la historia y de la literatura italiana, se interesa a lo que sucede aquí, es ya un italiano completamente. No habría sido, seguramente un escándalo, más bien, habría sido un bien haber sancionado todo esta tradición anticuada”.
C.Z.León