Homicidio de Yirel Peña Santana, en Cassino, arrestado el presunto asesino, Sandro di Carlo, bajo la acusa de haber matado a golpes y apuñalado a la dominicana. El cuerpo de la joven sigue bajo arresto.
Sandro Di Carlo, de 26 años, salió de la prisión de San Domenico y fue trasladado a la prisión de Regina Coeli, acusado de la muerte de Yirel Peña Santana, la dominicana de 34 años encontrada muerta hace más de una semana. Brutalmente golpeada y luego apuñalada varias veces por todo el cuerpo, cuatro puñaladas de las cuales se consideran probablemente letales. El presunto asesino, fue declarado culpable de esta brutal violencia, arrestado el pasado domingo y ahora trasladado a Roma. Según informes de la policía, por razones de seguridad.
La validación del arresto, fue hecha el pasado miércoles. Pero la (compleja) ordenanza de la jueza de instrucción Alessandra Casinelli se concretó el jueves. El joven trabajador de Cassino, acusado de homicidio voluntario, también se le ha impugnado, el agravante, del homicidio por razones fútiles.
Según la reconstrucción de la fiscalía, con base en las investigaciones y hallazgos realizados por la policía, una huella ensangrentada de la palma de la mano dejada en la pared del dormitorio de la víctima habría sido la prueba para arrestar al asesino. Ese rastro, aislado de los forenses, representó un elemento clave para los investigadores.
Los policias y agentes investigativos, trabajaron incansablemente, dando un verdadero avance a las investigaciones en 24 horas. La alarma de haber encontrado el cuerpo sin vida de la joven dominicana fue lanzada precisamente por un vecino el sábado 27 de Mayo, poco después del almuerzo. La detención del joven de 26 años se llevó a cabo la noche del domingo.
La Reconstrucción
La policía partió de un rastro en la pared, el mismo que insertado en la base de datos de AFIS dio positivo con los datos del joven de veintiséis años, ya conocido por la policía por lesiones y resistencia a un funcionario público. Luego el allanamiento del domicilio del chico, donde los agentes hallaron la ropa aún manchada de sangre. Y la detención, realizada sobre la una y media en la estación de Roccasecca: la policía lo interceptó y capturó a su regreso de Roma, donde pasó el domingo en compañía de una mujer aún sin identidad.
Durante el primer interrogatorio – el de la fiscal Maria Beatrice Siravo – el presunto asesino, ejerció su derecho a no responder. En cambio, el miércoles, en presencia del juez de instrucción Casinelli, ofreció una explicación lúcida y coherente donde negaba su culpabilidad. De hecho, dijo que había conocido a la joven asesinada, pero que no la había matado y que cuando él habia salido del apartamento todavía estaba viva.
Al darse cuenta de que había olvidado algo en el departamento de la domenicana, habia regresado. Y la habría encontrado en un charco de sangre. Una reconstrucción que está siendo examinada por el poder judicial. Así como quedan bajo secuestro los teléfonos de la víctima y del presunto autor del crimen: los chats y llamadas, son elementos de absoluta importancia investigativa.
El cuerpo de la joven dominicana madre de tres hijos sigue bajo incautación
De hecho, tras la autorización del poder judicial, se espera el ok para darle una sepultura digna. Ya en la noche del jueves, luego de una misa en Génova – donde vive su madre, la señora Lucía -, la comunidad sudamericana organizó una manifestación para pedir claridad sobre la muerte de Yirel. Sin ocultar la ira. Hoy en el parque Baden Powell, en Cassino también saldrá la comunidad, al campo para decir «No a la violencia».
Te puede interesar:
