Según la doctora legal, quien realizó la autopsia, nada se pudo hacer para salvar la vida de Javier Miranda, inútil la asistencia rápida de hecho no fue necesaria la intervención de los doctores que intentaron operar al peruano, Javier fue llevado a la sala de reanimación tras horas de agonía.
Nada pudo haber salvado a Javier Miranda Romero desde el momento en que la flecha disparada desde la ventana de la casa por Evaristo Scalco lo alcanzó, atravesándole el hígado. Nada podría haber evitado su muerte. La flecha entró en el hígado, lo atravesó de un lado a otro y cortó todos los vasos sanguíneos provocando un sangrado profuso e irreprimible. El hombre de 41 años perdió gran parte de la sangre de su cuerpo en muy poco tiempo.
Incluso si Scalco, cuando bajó de casa para recuperarlo, hubiera logrado arrebatar la fleccha del abdomen de su víctima, no habría que empeorado la situación porque las cosas no podían ser peores que eso. El golpe fue letal, el daño irrecuperable desde el momento exacto en que el peruano fue golpeado. Este es el resultado de la autopsia ordenada por la fiscal Arianna Ciavattini y realizada por la forense Sara Lo Pinto.
Ayer el fiscal, acompañado de los carabinieri que investigan el caso, realizó una inspección en la casa del artesano que disparó la flecha, en la Piazza De Franchi, en el centro histórico, para buscar pruebas de sus declaraciones sobre los petardos que jhabian lanzado Javier Miranda Romero y su amigo. No se encontraron petardos ni signos de explosión. Por otro lado, las imágenes de las cámaras, una vez más, desmienten al asesino. Ya los videos realizados por algunos transeúntes habían negado que Scalco no hubiera entendido que había asesinado a Miranda Romero como lo había declarado durante el interrogatorio. Lo entendió tan bien que verbalmente se enfureció con su víctima moribunda diciendo: “¿Te duele? Te lo adverti «. Las imágenes de las cámaras de la calle también desmienten que el peruano y su amigo hayan tirado algo a la dirección de la ventana donde estaba el carpintero. Por el contrario, vemos que fue Scalco quien les tiró algo cuando descubrió que orinaban contra la puerta. En el lugar se encontraron un par de petardos sin explotar, pero cualquiera podría haberlos perdido. La tarde anterior, durante la noche de Halloween.
Queda por saber si realmente Scalco pronunció, antes de disparar la flecha, la frase racista denunciada por la amiga de Javier, Miranda Romero: «váyanse extranjeros de m…». El artesano lo niega, pero podría ser otro intento de aligerar su posición. Sin embargo, un intento fallido ya que existe una circunstancia agravante, la del asesinato por motivos fútiles y la reacción desproporcionada. Serán los videos del celular del peruano, quien grabó todo hasta que logró ponerse de pie, a decir verdad.
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