El vicepresidente italiano y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, aseguró hoy que Europa «no puede dejar sola a Italia» y que «volverán a pedir la reubicación» de migrantes llegados a sus costas, tras efectuar dos desembarcos selectivos de naves de ONG en el puerto de Catania (Sicilia, sur), mientras otras dos están a la espera.
«No se puede dejar sola a Italia. No podemos dejar que desembarquen en un solo año más de 100.000 personas mientras Europa controla quien entra y quien sale», dijo Salvini, añadir que el Gobierno que preside la ultraderechista Giorgia Meloni «volverá a pedir las reubicaciones» de migrantes en la UE. El Ejecutivo italiano mantiene el pulso con las ONG que socorren personas en el Mediterráneo, tras el desembarco de 357 personas, en su mayoría mujeres y niños, del Geo Barents, de Médicos Sin Fronteras (MSF), mientras quedan en el barco 215 naúfragos, dijeron fuentes de la ONG.
Previamente fue obligado a desembarcar el alemán Humanity 1, de SOS Humanity, del que bajaron este domingo 144 migrantes, sobre todo mujeres y niños, mientras que 35 tuvieron que seguir a bordo y su capitan, Joachim Ebeling, se negó a zarpar hasta que no desciendan todos los rescatados, confirmaron fuentes de su entorno. La ONG alemana ha anunciado que este lunes presentará ante la Justicia italiana un recurso contra la ordenanza italiana, porque es «ilegal permitir que solo algunos de los sobrevivientes desembarquen», mientras destacan que en la orden que se le ha dado a Ebeling para abandonar el puerto «no hay límite de tiempo», según medios locales.
Salvini, impulsor de la doctrina de puertos cerrados entre 2018 y 2019, por la que de hecho está siendo juzgado actualmente, aseguró que las travesías de los migrantes a través del Mediterráneo «son viajes organizados».
«Quien está a bordo de esos barcos paga unos 3.000 dólares, que se convierten en armas y drogas para los traficantes. Se trata de viajes organizados cada vez más peligrosos. Debemos aplastar el tráfico no sólo de seres humanos, que ya es enorme, sino de armas y drogas vinculadas al tráfico de personas», aseguró. Salvini también agradeció las palabras del papa Francisco, que este domingo, en el viaje de vuelta de su visita a Baréin dijo que «la política migratoria va consensuada con todos los países de la UE» porque «no puede dejar solos, y con toda la responsabilidad de los migrantes que llegan a España, Chipre, Italia y Grecia». La nueva estrategia del Gobierno de Meloni de dejar desembarcar solo a los más vulnerables obedece a un decreto firmado este viernes y en el que también se reivindica que sean los países de bandera de estas naves -Alemania y Noruega- los que se impliquen en la acogida.
A la espera de que se les permita desembarcar se encuentra el Rise Above, de la ONG alemana Mission Lifeline, con 89 rescatados, tras seis evacuaciones médicas en total en las últimas horas, y la noruega Ocean Viking, de SOS Méditerranée con otros 234 inmigrantes. En las últimas horas, cuatro personas han sido evacuadas del Rise Above, incluidas «dos mujeres inconscientes y con la constantes vitales muy bajas», mientras que los otros dos evacuados fueron dos hombres «con ataques de ansiedad», dijo el capitán de la embarcación, el español Marco Antonio Martínez, que explicó que el combustible «escasea» y que van a notificarlo hoy a las autoridades del puerto para que les de «una solución».
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