Obra de ingeniería que sigue asombrando
Lima, lunes 20 de febrero de 2012- Lla conferencia sobre ‘Los canales de irrigación prehispánicos’ se realiza el jueves 12 de enero, en el auditorio del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP), en el distrito de Pueblo Libre, indicó la agencia Andina.
El encargado de la ponencia, Dante Casareto Mognaschi, refiere que el Perú es un país privilegiado surcado por innumerables ríos pero con algunas dificultades por grandes fenómenos naturales como el Niño o la Niña que suceden desde la antigüedad.
Destacó en tal sentido las tecnologías desarrolladas por los antiguos peruanos en los sistemas de irrigación, que si fueran aplicadas en la actualidad se podrían obtener incluso una mayor cantidad de productos agrícolas.
Citó como ejemplo los canales interconectados de irrigación que fueron construidos en la costa central peruana gracias a la avanzada ingeniería que existía en la época prehispánica.
Indicó que estas grandes obras de canales artificiales hicieron pensar a los europeos que llegaron al Perú que se trataba de ríos por las dimensiones que tenían, denominando así por ejemplo el valle de Sulco o el valle del Lati.
Dante Casareto es arqueólogo egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y actualmente es encargado del Depósito de Colecciones de Investigación del museo.
Un estudio de Albert Howard indica que Perú el cultivo en terrazas con sistema de riego parece haber alcanzado su desarrollo más alto. Hace más de veinte años la sociedad geográfica nacional de los Estados Unidos envió una expedición para estudiar las reliquias de este método antiguo de agricultura, un relato que da cuenta de ello fue publicado en mayo de 1916, bajo el título: “Granjas en escalera de los antiguos.” El sistema de los habitantes megalíticos del Perú era construir una escalera de campos colgantes sobre las cuestas de las montañas, grada sobre grada, a veces en número de cincuenta. Los muros de contención externos de estas terrazas se hacía de piedras grandes que se encastran una otra, con tal exactitud,que incluso hoy, como los de las pirámides egipcias, una lámina de cuchillo no se pueda insertar entre ellas.
Después de que el muro de contención fuera construido, se preparaba la fundación del campo futuro por medio de las piedras gruesas cubiertas con arcilla. El interior se rellenaba con material acarreado y seleccionado (grava, suelo y materia orgánica) dándole una pendiente mínima, suficiente para hacer correr el agua. El cultivo en terrazas permitió utilizar racionalmente las laderas, reducir el riesgo de heladas, obtener una mayor exposición solar, controlar las correntadas de agua, mantener un buen drenaje e incrementar la infiltración. Tales eran los logros de esta agricultura, al lado de la cual la actual resulta insignificante. Las paredes escarpadas de los valles rocosos que resultarían completamente sin valor a nuestros ingenieros fueron transformadas en tierras fértiles y eran los hogares de poblaciones que gozaban de un gran bienestar. Los ingenieros del Antiguo Perú no contaban con hierro, acero, reforzó el concreto, y las unidades de energía modernas no existían. El pillaje del suelo del bosque estaba más allá de su alcance.
Estos campos colgantes tuvieron que ser irrigados. El agua fue conducida a ellos a través de distancias inmensas del excedente por medio de acueductos. Prescott indica que aquél que atravesó el distrito de Condesuyu medía entre cuatrocientas y quinientas millas.