Los obispos piden que den una educación con valores e invitan a dialogar
Roma, jueves 24 de noviembre de 2011 – Al concluir su 102º asamblea plenaria, los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) explicaron que ante la actual crisis que se vive en el sector educativo por las continuas protestas por parte de un sector de estudiantes, es necesaria una educación integral en valores y una clara apertura al diálogo de todos los involucrados.
Los obispos dieron a conocer su mensaje conclusivo a los fieles católicos y a la opinión pública y los tres temas tratados: Educación, Juventud y prevención de abusos a menores.
El documento lleva por título “Una Iglesia y un país que aprenden de su caminar”, y comienza agradeciendo muy especialmente la participación activa y entusiasta en esta asamblea de dieciséis jóvenes pertenecientes a diversas instancias eclesiales y sociales del país.
Los obispos reafirmaron que “no basta la inyección de recursos económicos, ni mejorar la infraestructura o cambiar leyes. Es necesaria, además, la formación integral de los estudiantes que los capacite como honestos ciudadanos y personas con valores humanos y trascendentes”.
Junto con destacar la necesaria y continua capacitación de los docentes y la cooperación entre la escuela y la familia, los obispos confían en que la disposición al diálogo de parte de diversos actores políticos, educacionales y sociales, así como de los mismos estudiantes, hará posible los acuerdos necesarios que lleven a políticas que favorezcan el bien común de la sociedad.
“Queremos acoger los valores y proyectos que, desde sus diversas situaciones y culturas, los jóvenes nos proponen para lograr una sociedad más justa y para ser una Iglesia más sencilla, cercana y acogedora. Debemos contribuir a que sean verdaderamente protagonistas de la transformación que nuestras instituciones y comunidades necesitan para ser más fieles a su vocación, más coherentes con su misión, mejores servidoras y educadoras”, señala el mensaje.
Finalmente, respetando las decisiones de la justicia ordinaria, los obispos reafirmaron su plena adhesión a los dictámenes, voluntad y criterios del santo padre, la Santa Sede y la Iglesia respecto de los abusos a menores de edad: “Esperamos que la conformación de las unidades de prevención y acompañamiento a víctimas en las diócesis y congregaciones religiosas, sea también un nuevo signo de nuestra plena convicción de que no hay abuso tolerable en una Iglesia que es discípula de Jesucristo.
El Episcopado en su conjunto compromete su mayor disposición para este propósito”.