Brasil cerró en la madrugada de hoy su carnaval más crítico y reivindicativo en el Sambódromo de Río de Janeiro con un grito desgarrado contra los males que aquejan al país, desde la violencia a la corrupción, sin olvidar la intolerancia y la discriminación.
Por primera vez, sobre la Avenida del Marqués de Sapucaí se vieron escenas de violencia que replican la realidad que viven millones de personas en las favelas de Río de Janeiro, de la mano de Beija-Flor, una de las escuelas favoritas de esta edición y la última de las seis que desfilaron esta madrugada.
EFE
Getty Images
Getty Images
Getty Images
Getty Images