El ex presidente y premio nobel de la Paz Shimón Peres se debate entre la vida y la muerte y sus allegados se han despedido de él en las últimas horas tras haber empeorado su situación después de dos semanas hospitalizado.
Las informaciones acerca del empeoramiento acusado de su salud comenzaron a surgir, pero su deterioro se produjo ya cuando indicadores como el pulso y otras constantes vitales reflejaron un agravamiento orgánico.
En el entorno de Peres se prevé un desenlace en “cuestión de horas”, lo que ha despertado enorme expectación en el centro médico Shiva, de la localidad de Tel Hashomer, a las afueras de Tel Aviv, donde se arremolinaban numerosos medios de comunicación y curiosos.
“La situación de Peres continúa siendo muy grave y la falta de progreso en este punto es una fuente de preocupación”, dijeron los médicos que lo atienden.
Fuentes próximas al ex presidente confirmaron que su estado “ha decaído” y que la situación “no es fácil”.
Rafi Walden, su yerno y médico personal, aseguró en una breve nota que “su condición es extremadamente grave”.
Poco después, sus familiares fueron llamados por los facultativos para que tuvieran oportunidad de despedirse de él, y uno a uno, incluidos hijos y nietos, han podido darle su último adiós junto a la cama de la unidad de neurocirugía donde se encuentra convaleciente desde hace dos semanas.
Varios reportes sugieren que había sufrido un “fallo multiorgánico” y que sus funciones renales y respiratorias pueden haber resultado afectadas.
Peres se encuentra hospitalizado desde el pasado 13 de septiembre cuando sufrió un accidente cerebro vascular.
Desde entonces, y pese a que se temió por su vida en las primeras 24 horas de su ingreso, Peres ha permanecido en situación estable dentro de la gravedad y se le han realizado varias tomografías (escáner) y había respondido satisfactoriamente a pruebas para conocer sus funciones neurológicas.
El empeoramiento del político ha sorprendido tras dos semanas en las que se había informado de una leve mejora y los médicos valoraban si permitir que respirara por sí mismo sin ayuda mecánica.
Entre los allegados que han visitado al nonagenario político se cuentan el actual ministro del Interior y jefe del partido ultra ortodoxo sefardí Shas, Aryeh Deri, que acudió al centro médico junto al rabino del Muro Occidental (Kotel Hamarabí) o Muro de las Lamentos , Shmuel Rabinovich.
“Junto al rabino Rabinovich hemos rezado una oración y leído salmos junto a la cama y la habitación del ex presidente Shimón Peres. Continuaremos rezando por él, pero es muy duro escuchar sobre la gravedad de su situación, sobre todo para alguien que lo conoce desde hace treinta años”, comentó Deri a la salida del hospital.
El actual presidente, Reuvén Rivlin, de visita oficial en Ucrania, se refirió a su antecesor en una sesión especial ante el Parlamento de Kiev.
“Quiero concluir enviando desde aquí mis oraciones por la salud de mi amigo Shimón Peres. Mis pensamientos están con el noveno presidente Shimón Peres, que está luchando por su vida en estos mismos momentos. El presidente fue invitado de honor en esta casa y un amigo del pueblo ucraniano”, expresó en su alocución Rivlin.
Con 70 décadas de política a sus espaldas, la contribución más reconocida internacionalmente de Peres fue como artífice, junto al hoy presidente palestino, Mahmud Abbás, del acercamiento entre palestinos e israelíes, que culminó en 1993 con el reconocimiento israelí de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y viceversa, en virtud de los Acuerdos de Oslo.
Considerado uno de los políticos israelíes mayor talla a nivel mundial por impulsar el proceso de paz de Oslo, que le valió el Nobel de la Paz junto al líder histórico palestino, Yasser Arafat, y el entonces primer ministro, Itzhak Rabin, Peres culminó su carrera política con la Presidencia del Estado judío, que abandonó en 2014, y tras ostentar numerosos cargos.
Fuente: EFE
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