Jornada Mundial del Refugiado e Inmigrante: Denuncia que condiciones difíciles de vida y persecuciones obligan a emigrar.
Roma, 17 de enero de 2010 – Con motivo de la Jornada Mundial del Refugiado y del Inmigrante, el papa Benedicto XVI denunció las persecusiones que obligan a numerosos cristianos a abandonar la tierra y pidió «reflexionar sobre la experiencia de tantos hombres y mujeres, y de tantas familias, que dejan su propio país en busca de mejores condiciones de vida».
Benedicto XVI ha recordado que el tema del Mensaje para esta Jornada: “Una única familia humana”, indica la meta del gran viaje de la humanidad a través de los siglos, que es formar una única familia humana con todas las diferencias que la enriquecen pero sin barreras y reconociendo a todos los hermanos.
«Esta migración a veces es voluntaria – dijo – otras veces, por desgracia, es forzada por guerras o persecuciones, y con frecuencia tiene lugar, como sabemos, en condiciones dramáticas”.
El pontífice recordó que «también los padres de Jesús tuvieron que huir de la propia tierra y refugiarse en Egipto para salvar la vida de su niño: el Mesías, el Hijo de Dios fue un refugiado».
«En ocasiones –lamentó–, por desgracia, los cristianos se ven obligados a dejar en medio del sufrimiento su tierra, empobreciendo así a los países en los que han vivido sus antepasados».
El pontífice pidió oraciones y compromiso a favor «de todos los emigrantes y de quienes se comprometen en el trabajo pastoral entre ellos».