«Hope for a new life», la esperanza de una nueva vida. Como aquella de un niño que pasa de los brazos de su padre a otro hombre bajo una barrera de alambre de púas, para continuar el viaje a un país donde puede crecer seguro.
La fotografía ganadora fue tomada en la noche del 28 de agosto de 2015 por el fotógrafo freelance australiano Warren Richardson entre Horgoš frontera y Röszke, entre Serbia y Hungría. Una de las fronteras blindadas para detener el camino de los refugiados a lo largo de la ruta de los Balcanes.
Aquí la foto que retrata una triste realidad que según los jurados «es una imagen increíble de la crisis de los refugiados. Te obliga a detenerte a pensar, a tener en cuenta la cara hombre de la foto a mirar al niño. Ver el alambre de púas y las manos que sobresalen de la oscuridad. No es el final de un viaje, al contrario es el inicio de un gran futuro. Y por eso, para mí, está es la foto del año».
