¿Y ahora qué? Ésa es la pregunta que medio mundo se hace tras la colosal derrota que Matteo Renzi encajó anoche en el referéndum constitucional italiano, tan abultada que poco después de la medianoche le llevó a anunciar públicamente que hoy por la tarde presentará su dimisión como primer ministro.
Se abrirá así una crisis de Gobierno que nadie sabe ahora mismo cómo acabará.
Cuando Renzi presente hoy su renuncia como primer ministro de Italia la patata caliente pasará a manos del presidente de la República, Sergio Mattarella. El jefe del Estado italiano, según muchos analistas, lo que hará entonces será pedir a la Cámara de los Diputados y al Senado que voten la investidura de algún otro exponente del centro izquierda o tratar de formar una amplia coalición al frente de la cual podría estar el ex primer ministro Romano Prodi, quien un par de días antes del referéndum ya hizo público su apoyo al «sí».
Esta misma mañana han Renzi y Mattarella han mantenido un encuentro en el Palacio del Quirinal, tras el cual, el presidente italiano ha emitid un comunicado en el que detaca «la alta afluencia de voto» como «testimonio de una democracia sólida, de un país apasionado». al tiempo, Mattarella ha hecho un llamamiento a que «el clima político, aun con la dialéctica necesaria, esté marcado por la serenidad y el respeto recíproco», informa Efe.
Pero en cualquier caso ese Gobierno duraría sólo unos meses, los suficientes para que se aprobasen los presupuestos generales y tratar de, sobre todo, sacar adelante una nueva ley electoral, una ley que evite el bloqueo absoluto que se registró en las últimas elecciones generales, las de 2013, en las que ninguno de los cabezas de lista fue capaz de obtener los votos necesarios en el Parlamento para ser investido primer ministro.
En cuanto todo eso estuviera listo se convocarían elecciones generales, adelantándose los comicios a la fecha oficial de 2018. Los sondeos hace ya meses que dan como primer partido de Italia al movimiento antisistema Cinco Estrellas que lidera el cómico Beppe Grillo.
La victoria del «no» en el referéndum italiano certifica la creciente fuerza en todo occidente del movimiento antisistema que comenzó a tomar forma con la victoria del Brexit en el referéndum de Gran Bretaña, que continuó con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y que anoche culminó con la derrota de Matteo Renzi.
Porque aunque son muchos los que ahora se cuelgan la medalla de ganadores en el referéndum (al fin y al cabo entre los abanderados del «no» había ex fascistas, viejos comunistas, liberales, democristianos, centristas, antisistema o xenófobos declarados) sin duda el gran vencedor es Cinco Estrellas, el movimiento antisistema que lidera el cómico Beppe Grillo, que desde 2013 es el primer partido de Italia y que en este referéndum ha hecho una furibunda campaña a favor del «no».Lo que está claro es que esto era mucho más que un referéndum, rozando la categoría de elecciones generales.
No hay más que ver los datos de participación para entenderlo: los italianos acudieron a votar en masa, con una participación altísima que alcanzó el 68,7%. Todo un récord. Muchos italianos más que votar la reforma de la Constitución votaron con el bolsillo y aprovecharon la consulta para hacer sentir su malestar por la incapacidad de Renzi de relanzar la maltrecha economía del país. «El «no» ha ganado de manera neta», admitía poco después de la medianoche un cariacontecido Matteo Renzi. «No lo hemos conseguido.
No hemos logrado convencer a la mayoría de los ciudadanos. Asumo toda la responsabilidad de la derrota. Toda. He perdido yo», indicaba admitiendo que sentía rabia, desilusión, amargura y tristeza pero sin perder en ningún momento la sonrisa. «Se puede perder un referéndum, pero no el buen humor. (…) Yo he perdido. En la política italiana no pierde nunca ninguno. Todos ganan. Yo soy distinto. He perdido. Y lo digo en voz alta. No he logrado obtener la victoria».