Juan Francisco Gatell vuelve a la Opera de Roma.
El tenor argentino Juan Francisco Gatell debuta en una nueva producción de uno de sus caballitos de batalla, el rol de Ferrando en «Così fan tutte» de Wolfgang Amadeus Mozart, que se estrena en la Opera de Roma el miércoles próximo. Autor de la nueva «régie» es el inglés Graham Vick, que por quinta vez en su larga carrera afronta la obra maestra de Mozart, pero esta vez ambientando la acción en una Nápoles contemporánea.
Y de acuerdo con el superintendente Carlo Fuortes y el director artístico Alessio Vlad, Vick confió a un elenco de jóvenes pero ya consagrados cantantes italianos interpretar las intrigas que proyecta un anciano Don Alfonso, con la complicidad de la criada Despina, para convencer a dos soldados, Ferrando y Gugliemo, que la fidelidad de sus novias Fiordiligi y Dorabella es «como el Ave Fénix: todos dicen que existe pero nadie la ha visto ni sabe donde está» como reza el libreto de Lorenzo Da Ponte. Y fue el mismo Vlad el que aclaró: «Bueno, Gatell es argentino pero es como si fuese italiano». «Yo creo que Mozart debe haber sido el primer compositor en la historia de la música que en una ópera decidió liberar a las mujeres de su condición subalterna con respecto al hombre y por eso la obra no es misógina como se pensó desde su estreno, sino todo lo contrario, una ópera proto y pro feminista», declara Gatell a ANSA.
Ferrando, junto con el del Conde de Almaviva en «El barbero de Sevilla» de Gioacchino Rossini, es uno de los roles más frecuentados por el tenor argentino que vive de forma estable en Barcelona con su esposa y sus dos hijos. Gatell no cree que cantar con ropa de hoy en una ópera que se supone transcurrir en la Nápoles de fines del siglo XVIII, es una contradicción histórica. «Después de todo, cuando se estrenó ‘Così fan tutte’ en Viena el 26 de enero de 1790, los cantantes se exhibían con la ropa de aquella época – afirma Gatell – y creo que el vestuario contemporáneo ayuda a subrayar la extraordinaria modernidad de la ópera».
Para Gatell la gran diferencia con otras producciones que le tocó protagonizar a lo largo de su carrera es el hecho «que nos pasamos más de un mes ensayando sobre todo el libreto, porque Vick quería que se escuchará claramente cada sílaba escrita por Da Ponte y por eso exigió que los cantantes tuviesen al italiano como lengua madre, pero afortunadamente a mí aquí y en el resto de Europa, me consideran un tenor definitivamente italiano». «Otro detalle que Vick acentuó fue la ambigüedad – afirma Gatell – porque mi personaje se enamora verdaderamente de la novia de su amigo Guglielmo, Fiordiligi, y es con pesar que debe volver a juntarse con Dorabella, al descubrirse la superchería».
El domingo se hizo un ensayo final abierto vespertino para un público joven, poco habituado a ver ópera. «Fue una alegría enorme ver a estos jóvenes reírse con las peripecias del libreto, identificándose con los personajes y poniéndose de parte de ellos – afirma Gatell – este es un público al que nosotros los cantantes no estamos acostumbrados y nos hace sentir que verdaderamente estamos cumpliendo con una misión, la de atraer a un público joven a ver un espectáculo que creían serio, anticuado y aburrido.» Gatell volverá a Roma en junio para cantar el rol del Cavalier Belfiore en la ópera «Il viaggio a Reims» en la misma producción de Damiano Michieletto, estrenada en Amsterdam, de la que el tenor argentino se declara entusiasta. «El viaje a Reims» «no es realmente una ópera, es un medallero de arias, dúos, tríos, cuartetos y concertados, pero Michieletto ha sabido darle una coherencia argumental que la convierte en la mejor producción que yo haya visto o interpretado en toda mi vida» asegura.
Fuente: Ansa