Roma, 23 de octubre de 2010 – Benedicto XVI recibió ayer las credenciales del nuevo embajador de Ecuador ante la Santa sede, Luis Dositeo Latorre Tapia
El Papa recordó que visitó Ecuador en 1978, como enviado de Juan Pablo II y recordó que en dicho país “se alcanzaron cimas de santidad muy preclaras, que se suman a otras no tan conocidas, pero no por eso menos significativas, y que son timbre de gloria para esa amada República, a la vez que ponen de relieve cuántos beneficios puede aportar la fe católica a la promoción de todas aquellas iniciativas que dignifican a la persona y perfeccionan la sociedad”.
Añadió que allá la Iglesia “en el cumplimiento de su misión específica, no busca privilegio alguno; sólo quiere incrementar cuanto contribuya al desarrollo integral de las personas”.
En cuanto a la justicia social, el Papa añadió que sólo podrá afirmarse a partir del apoyo y tutela, también en términos jurídicos y económicos, de la célula original de la sociedad, que no es otra que la familia establecida sobre la unión matrimonial de un hombre con una mujer. Mientras definió de “fundamental trascendencia” los programas destinados a erradicar el desempleo, la violencia, la impunidad, el analfabetismo y la corrupción.
Benedicto XVI definió a los ecuatorianos como gente hospitalaria y emprendedora, que reconoce que no hay progreso justo ni bien común universal sin el bien espiritual y moral de las personas, consideradas en su totalidad de alma y cuerpo. Sin esta exigencia irrenunciable, la vida pública se debilita en sus motivaciones y se corre también «el riesgo de que no se respeten los derechos humanos, bien porque se les priva de su fundamento trascendente, bien porque no se reconoce la libertad personal» (Caritas in veritate, 56).
Sobre la reforma educativa el Santo Padre indicó que “la Autoridad pública ha de garantizar el derecho que asiste a los padres, tanto de formar a sus hijos según sus propias convicciones religiosas y criterios éticos, como de fundar y sostener instituciones docentes”.
El nuevo embajador fue también secretario ejecutivo de «Fe y Alegría» de la Región Costa (1964-1968). Fe y Alegría realiza en diversas ciudades italianas cursos gratuitos para los latinoamericanos que quieren concluir sus estudios secundarios.