Diez consejos sencillos para adaptarse mejor al nuevo hogar si eres inmigrante.
La migración a un país diferente puede resultar difícil, y cuando se trata de otro continente lo puede ser aún más. Por supuesto, muchos se mudan esperando buenos tiempos y una mejor experiencia de vida pero en ocasiones no nos encontramos preparados para recibir de golpe el impacto cultural que nos espera. Cuando esto pasa hay quienes lo manejan muy bien y algunos otros que sucumben ante la presión y terminan viviendo de una manera que no es completa. Es por esto que hoy tenemos diez consejos sencillos para adaptarse mejor al nuevo hogar si eres inmigrante.
Desprenderse: todos los latinoamericanos que vivimos en España extrañamos a nuestras familias, pero esto no debe ser un ancla. Por supuesto que está bien extrañar y mantenerse en contacto pero el error está en no desprenderse lo suficiente como para poder vivir al 100% aquí. Hay que salir, pasear y moverse sin ninguna restricción pues vivir en mente allá y en cuerpo aquí es una mala forma de empezar el viaje.
Idioma: en algunos lugares de España, como Barcelona, se habla un idioma diferente. Claro que como latinos podemos defendernos con nuestro castellano pero para evitar malentendidos y por el puro hecho de mostrar simpatía con la gente de tu nueva ciudad nunca está de más aprender su idioma y compartirlo.
Costumbres: vivir en España no significa olvidar nuestras costumbres y esto incluye de la comida a nuestros propios rituales. Ir a la iglesia es posible aquí, encontrar súper mercados latinos también, así que no hay que olvidarse de las raíces ya que mantener una conexión clara con nuestra procedencia nos hace mucho más valiosos en el extranjero.
Salir: la respuesta de muchos inmigrantes ante la magnitud de una nueva forma de vida es encerrarse en su piso, y eso no está bien. Mientras más tiempo uno pueda pasar afuera conociendo gente y empapándose de la cultura mejor adaptación se tendrá al entorno. Novedades: claro, si extrañas tus arepas, tacos, ají o cualquier otro ingrediente, no dejes de comerlo, pero no le cierres las puertas a otros productos y otras experiencias. Sal de tu zona de confort, come otras cosas, conoce gente diferente y crece.
Mentalidad: mientras más crecemos es usual que nuestra forma de ver las cosas se vaya fijando y que hagamos estereotipos, pero si te cambias a otro país como España eso no funciona. Mientras más abierta tengas la mente a nuevas formas de ver la vida, nuevas tendencias sociales, culturales y políticas, mejor entendimiento tendrás el país que llamas tu nuevo hogar.
Súmate: en Madrid como en Barcelona y cualquier otra ciudad española hay actividades folclóricas y sociales a las que uno se puede sumar, ya sea participar en carreras, fiestas patrias, teatro, artes, etc. Siempre que sea posible incluirse en grupos y movimientos propios de España hay que hacerlo, así es más fácil entender su punto de vista e incluso hacer amigos.
Compañeros de piso: viajar y quedarse aquí con amigos y familia también es una buena experiencia, pero en medida de lo posible, vivir con extranjeros e inmigrantes de otros sitios también es positivo pue sno sólo conoces gente nueva, sino que conoces gente que comparte tu experiencia y que está atravesando las mismas cosas que tú.
Muévete: una señal de adaptación a una nueva ciudad es aprender cómo moverse. Sal de casa y utiliza el transporte público, conoce los diferentes barrios de tu ciudad y los distintos atractivos arquitectónicos. Cuando logres moverte sin mapa y casi sin pensarlo entonces tendrás una fuerte sensación de pertenecer.
Amigos locales: hacer nuevas relaciones con gente originaria de tu nueva ciudad es ideal para adentrarte en ella. Vivir las experiencias propias de un lugar como turista es una cosa pero comer la comida casera en el hogar de un local, que se te invite a un día de campo en las afueras de Madrid o a una calzotada en Barcelona no tiene precio.
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Fuente: Miguel Rivera – Migreat nuestra plataforma gemela