Veintisiete artículos dedicados a los derechos de los trabajadores domésticos. Italia también ha ratificado el convenio, ahora tendrá que adaptarse. Pretgerá también a las trabajadoras embarazadas.
9 Septiembre de 2013 – Trabajadoras domésticas, asistentes de ancianos y niñeras tienen derecho a un trabajo decente.
Una afirmación aparentemente obvia, teniendo en cuenta que en muchos países del mundo viven como esclavos muchos trabajadores domésticos en los hogares donde trabajan, disponible las 24 horas del día por siete días a la semanas, pagadas en natura, víctimas de acoso e intimidación por los empleadores. E incluso en países como Italia, donde la ley las protege, no tienen todos los derechos de los demás trabajadores.
De hecho la Convención de la organización internacional del trabajo para el trabajo doméstico decente (ILO 189) nació para combatir estas situaciones y entró oficialmente en vigor el 5 de septiembre. «Una gra esperanza para más de 50 millones de trabajadores domésticos en el mundo”.
La esperanza es también para todos los países miembros de la OIT, que pronto veremos más y más países que se comprometen a proteger los derechos de los trabajadores domésticos, «dijo Manuela Tomei, Directora del Working Conditions and Equality Department del OIT.
El texto de la Convención esta compuesto por veintisiete artículos, que confirman los conceptos básicos, tales como la prohibición del trabajo forzoso o el trabajo infantil, la libertad de asociación, no a la violencia y a la discriminación o el derecho a descansar, y sobre todo defiende la relación laboral, incluyendo que el contrato debe ser hecho por escrito.
Hasta la fecha, ocho miembros de la OIT han ratificado la Convención, los países que adhieren son Bolivia, Mauricio, Nicaragua, Paraguay, Filipinas, Sudáfrica, Uruguay e Italia, único miembro de la UE que han hecho este paso, el enero pasado.
Italia hizo un compromiso, que deberá respetarlo, y adaptar su legislación a los veintisiete artículos, una de las novedades de la convención es la protección de la maternidad.
Para todos los trabajadoras, en Italia, existe una prohibición de despido hasta un año después del parto. Una regla que se aplica no sólo a las trabajdoras domésticas, niñeras y asistentes de ancianos.
Elvio Pasca
Cristina Zambrano León