Sólo daños recibe el inmigrante, de parte del Estado.
Roma – 18 de abril de 2012 – Ninguna tregua para los inmigrantes en Italia, no se puede eludir al impuesto sobre permisos de residencia: ochenta, cien o doscientos euros que a partir del pasado enero los inmigrantes tienen que pagar tras solicitar la emisión o renovación de su permiso de estadía.
El Ministerio de Economía sin ninguna piedad no perdona a los inmigrantes los impuestos, no obstante haya sido interpelado por el “Viminale” que en tres ocasiones particulares se podría escapar de los altos pagos impuestos, la respuesta fue rotunda.
A la pregunta, si se solicita una copia del permiso, o se pierde o se lo roben, es necesario pagar nuevamente? La respuesta es sí, porque «la oficina emitirá un documento nuevo» y por lo tanto, debe cubrir los costos de este trabajo de la administración pública.
Dado que la tarifa varía con la duración del permiso, tiene que pagar sólo los relacionados con el período de validez del resto de duplicado.
Otra pregunta se refería a los titulares de permisos de asilo o de protección humanitaria. La ley dice que no deben pagar las contribuciones, pero sus familiares en edad avanzada, Sí, – lo dijo el Ministerio de Economía.
Las exenciones, línea repetida por el gobierno, «no es probable que tome las interpretaciones exhaustivas de tipo extensivo.»
Pero, no sólo el problema es que el Ministerio de Economía dejará muchas bolsillos vacíos, sino que, en el caso que la “Questura” rechaze la solicitud del permiso, éste no devolverá el dinero. La respuesta del Ministerio fue – “el impuesto lo mismo se paga, en relación con la investigación llevada a cabo. Se tiene derecho sólo al reembolso de los 27.00 euros” – los que hubieran servido para la impresión del documento electrónico «que nunca llegará».
Y por si fuera poco, además del daño como sucede a menudo, se ha de esperar la burla del Estado…
…Porque no sólo se pierde el derecho a permanecer en Italia, sino también, se ha regalado un centenar de euros al Estado Italiano, quien al final no te quieren más en su territorio.
Elvio Pasca