«Al artesano, al pequeño empresario, a los ciudadános será concedido por un breve periódo la posibilidad de entrar en la legalidad en ves de ser denunciados». La respuesta del ministro de Integración a una pregunta del Carroccio.
Roma, 20 Septiembre 2012 – Mientras procede sin subidas el envío de las solicitudes (poco más de 12 mil hasta las 13 horas de hoy día), el gobierno vuelve a defender la regularización. Repite dos concéptos claves: nació para salvar a los empleadores, antes que a los trabajadores extranjeros, y es como lo pidió todo el Parlamento, Lega Nord incluída.
Hoy día en la tarde en Montecitorio el monistro para la Integración Andre Riccardi, durante la question time, respondió a una pregunta de la Lega Nord. Preguntaban si el Ejecutivo había evaluado las «controindicaciones» de la sanatoria, como el «efecto anuncio», el riesgo de dar un permiso a personas que se quedarán «a desarrollar actividades ilécitas» o de penalizar «a nuestras realidades productivas y a los trabajadores italianos». Esto mientras «el costo de tal regularización – escribierón – pardojalmente los diputados del Carroccio – parece muy modesto».
«Aqui no hablamos de sanatoria como ha sucedido en los años pasados – dijo Riccardi – más bien de la oportunidad ofrecida por un mes a los trabajadores de poder ponerse en regla antes de la nueva entrada en vígor de nuevas y ferreas reglas de la unión europea contra el trabajo en negro de los inmigrados. Al artesano, al pequeño empresario, a los ciudadános será concedido por un breve periódo la posibilidad de entrar en la legalidad en ves de ser denunciados. Es la única oportunidad».
«Quiero recordar – agregó – que la revisión operosa fué enviada en base a una petición de la Cámara y del Senado en los modos y los tiempos que el Parlamento había retenido justos. Las reglas y los requisitos son aquellos votados en el Senato el pasado 5 de junio, con el voto favorable del grupo de la Lega Nord Padania».
En la integración venía también » prospectado la comparación con los trabajadores italianos y la existencia de riesgos como la accción del gobierno y las decisiones del Parlamento qusieran hacer daños a la comunidad nacional. Tal juício – respondió Riccardi – es incaeptable desde el momento que los italianos pueden volverse regulares mientras los extranjeros – irrégulares y clandestinos- ésto no puede ser concedido».
Entre los contributos concordados y los retrazados, agregó el monitro, «el empleadore tendrá que pagar entre 4300 a los 14 mil euros». Una situación muy diferente respecto a las medidas de los gobiernos pasados: «Me permito de recordar – concluyó – que las dos sanatorias Bossi – Fini han concernido 700 mil inmigrados, y era suficiente pagar 280 euros, mientras la sanatoria del ministro Maroni concernó 300 mil personas y era suficiente el contributo concordado homnicomprensivo de 500 euros y nada más».
E.P
C.Z.León