Roma, jueves 13 de octubre de 2011 – Los accidentes de trabajo son inaceptables. No obstante la crisis económica es necesario seguir invirtiendo en prevención y seguridad”.
Lo ha apenas indicado el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, en ocasión de la 61ava jornada por las víctimas de los accidentes en el trabajo.
El año pasado se registraron 756.000 accidentes, de los cuales 900 fueron víctimas mortales. Menos que en el 2009, aunque el dato es afectado por el aumento del desempleo.
Napolitano ha hablado pocos días después que se derrumbó una casona en la ciudad de Barletta, en Puglia, donde murieron una niña y 14 operarias de un laboratorio textil.
Las mujeres trabajaban sin contrato por menos de 4 euros la hora, en un sótano lleno de fisuras. El dueño no había señalado el problema por miedo que se supiera que explotaba a las trabajadoras. Un caso típico que demuestra como el trabajo en negro sea acompañado por falta de seguridad.
El hijo de una de las supervivientes ha declarado al diario ‘La República’ que precisamente el lunes uno de los dirigentes del servicio técnico del Ayuntamiento había acudido al edificio para informar de que estaba «todo en orden». El edificio se derrumbó en torno a las 15,00 horas de este lunes.
El fiscal jefe de Trani, Carlo Capristo y el sustituto Giuseppe Maralfa investigan si existió una posible responsabilidad de los técnicos que examinaron el edificio en el derrumbe, aunque por ahora no hay imputados.