Roma pide que la UE se responsabilice de la misión «Mare Nostrum» para socorrer a los inmigrantes; Bruselas responde que los problema debe afrontarlos el país miembro.
13.11.2014 – La Unión Europea vuelve a dar la espalda y dejar sola Italia en el grave problema de la inmigración, mientras la ola de desembarcos en sus costas continúa a ritmo elevado un día sí y otro también. Son tan numerosos y frecuentes que prácticamente han dejado ya de ser noticia, salvo que se produzca la tragedia de un naufragio.
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El gobierno italiano había pedido a Bruselas que se hiciera cargo de la misión Mare Nostrum, puesta en práctica por Roma en octubre del 2013, para hacer frente a la emergencia del enorme flujo de emigrantes, en coincidencia con la tragedia de un naufragio con 368 muertos frente a las costas de Lampedusa. Con la operación Mare Nostrum, cuyo coste mensual es de nueve millones de euros, Italia ha socorrido a 103.659 personas desde el inicio del 2014, mientras en todo el pasado año se dio ayuda en el mar a 18.397 inmigrantes, es decir, en este año se han multiplicado ya por cinco las ayudas en el mar. En parte, ese enorme aumento se debe a que muchos inmigrantes han perdido el miedo, o al menos ven menos riesgos, a lanzarse a la aventura del mar ante la posibilidad de ser salvados por la marina italiana si se produce un naufragio.
Tensiones cada vez más fuertes
Italia había pedido concretamente que fuera Frontex (Agencia europea para la gestión de la cooperación en las fronteras externas de los países de la UE), la que se hiciera cargo de la misión Mare Nostrum, a partir de octubre. Pero la respuesta de Bruselas ha dejado helado al gobierno italiano: «Mare Nostrum es un problema vuestro. Frontex es una pequeña agencia, sin presupuesto para hacerse cargo de esa misión». El ministro italiano del interior, ha respondido furioso: «La posición de Bruselas es inaceptable».
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En definitiva, la UE deja a Italia sola en medio del mar. Esta nueva polémica entre roma y Bruselas sobre la inmigración refleja una vez más que la inmigración está causando tensiones cada vez más fuertes en todo el continente.