Fue un encuentro donde los ataques no faltaron, sobre el cual muchos peruanos decidirán su voto.
Roma, 30 de mayo de 2011 – Ayer domingo 29 de mayo se llevó a cabo el último debate presidencial para la segunda vuelta de las elecciones en Perú, entre los candidatos Keiko Fujimori y Ollanta Humala, que quedaron en la primera vuelta, y los que se competirán el peleado sillón presidencial en las próximas elecciones del 5 de junio.
El encuentro final de una larga y peleada campaña sirvió sobretodo para que la ciudadanía, quienes con tanto interés han seguido éste último debate, puedan definir su voto.
Los candidatos tuvieron la oportunidad de exponer sus planes de gobierno y de responder a seis preguntas que se plantearon.
Los temas eran referidos sobretodo a política económica, educación, promoción de empleo, corrupción, conflictos sociales y también cómo solucionar el tema de polarización, cuando se concluyan las elecciones.
El pueblo peruano tiene ahora que decidir entre el candidato nacionalista Ollanta Humala y la legisladora conservadora Keiko Fujimori.
Fue un debate que dejó comentarios de la prensa recalcando que aparte de repetir sus planes de gobierno expuestos a inicios de la contienda electoral, además de lanzarse acusaciones a vicenda.
En el debate no faltaron las frases pungentes por parte de los candidatos, tal es así que entre las acusaciones Fujimori punto el dedo en su adversario de haber intentado un golpe de estado, levantamientos junto a Montesinos, así como el soborno a testimonios en procesos por violación a los derechos humanos.
De otro lado, Humala no se quedó atrás respondiendo a su contrincante, acusándola de malversar fondos de 600 mil millones de dólares en el gobierno de su padre, de haber hecho esterilizar 300 mil mujeres cuando era primera dama, y corrupción y las violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen de diez años en el gobierno de su padre.
Es una contienda sin lugar a dudas, muy dura para el pueblo peruano, dada las referencias negativas que hacen de los dos candidatos, poco creíbles en sus declaraciones y en sus promesas.
Esta es la última semana, será decisiva, sobre todo para el pueblo peruano que tendrá que decidir su voto por el «mal menor».
Milagros Quiroz