La ruta del Mediterráneo central sigue siendo una de las más peligrosas del mundo para quienes intentan cruzarla con la esperanza de llegar a Europa. Según la última actualización publicada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas en Libia, del 1 de enero al 16 de noviembre de 2024, al menos 515 personas han perdido la vida y otras 830 están desaparecidas en el mar.
Un balance trágico
Estas cifras destacan una vez más la gravedad de la crisis humanitaria que se desarrolla en el Mediterráneo. Las víctimas son en su mayoría migrantes que se embarcan en viajes peligrosos en embarcaciones precarias, a menudo sobrecargadas y no aptas para la navegación.
Las operaciones de rescate siguen siendo complicadas, afectadas por condiciones climáticas adversas, la falta de recursos y las tensiones políticas entre los Estados implicados.
Migrantes devueltos a Libia: un regreso al infierno
En el mismo período, la OIM ha registrado 20.231 personas interceptadas en el mar y devueltas a Libia. De ellas, 17.647 son hombres, 1.411 mujeres, 647 menores y 526 personas de las que no se dispone de datos sobre su género.
Libia, a menudo descrita como un «infierno» para los migrantes, es escenario de violencia sistémica, detenciones arbitrarias y graves violaciones de derechos humanos. Los retornos forzados agravan aún más el drama de quienes buscan un futuro mejor.
Un llamado a una solución compartida
Estas cifras alarmantes son un grito de alerta para la comunidad internacional. A pesar de las repetidas promesas y planes de acción, la crisis migratoria en la ruta del Mediterráneo central sigue cobrándose vidas.
Se necesita un enfoque global que ponga en el centro el respeto por la dignidad humana y aborde las causas profundas de los flujos migratorios, desde los conflictos hasta la pobreza, el cambio climático y las desigualdades económicas.
Mientras no se implementen soluciones estructurales, el Mediterráneo seguirá siendo una tumba para miles de vidas, un símbolo trágico de la incapacidad colectiva para garantizar un mundo más justo.