Unos desconocidos han vandalizado el Consulado General de Italia de Barcelona, lo que se suma a que en Berlín ha ardido el coche de un funcionario de la embajada italiana en un incendio provocado, dos episodios que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, sigue «con preocupación y atención».
Los Mossos d’Esquadra han recibido un aviso, unas pintadas en un mural de Subirachs del edificio del consulado que ya se han limpiado, por lo que la policía autonómica ha abierto una investigación sobre lo sucedido. En el grafiti se había escrito «Amnistía total», «Estado italiano asesino» y «Libertad Cospito». Al incendio provocado del coche del primer consejero de la Embajada Italiana en Berlín, Luigi Estero, «se une la violación de nuestro Consulado General en Barcelona con actos de vandalismo», ha indicado Meloni en una nota difundida por el Gobierno italiano.
Por su parte, el vicepresidente y ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, ha dado más detalles del ataque en Barcelona a través de un comunicado en el que pidió «plena luz» sobre la «dinámica de estos actos». «Ayer por la tarde desconocidos rompieron la ventana del edificio donde se encuentra el Consulado General en Barcelona, pintarrajeando una pared de la entrada del edificio», ha detallado Tajani.
La policía autonómica catalana, consultada por medios de comunicación, ha explicado que el aviso sobre este acto vandálico lo recibieron sobre las 22:30 horas de ayer, por lo que se han desplazado patrullas al Consulado y se ha abierto una investigación sobre lo sucedido. Los Mossos buscan a «un grupo de encapuchados» y el suceso parece guardar relación con grupos anarquistas, dada la referencia a «Cospito» en una de las pintadas.
Alfredo Cospito es un militante anarquista italiano en prisión desde hace una década en Italia y en huelga de hambre desde el pasado 20 de octubre.
El sindicato CGT mostró el pasado 20 de diciembre su solidaridad con este preso en un comunicado en el que señalaba: «Sus convicciones han sido la excusa en varias ocasiones para que el Estado italiano, que no ha dudado en proteger en otros momentos a verdaderos criminales, como grupos de fascistas implicados en grandes matanzas, le haya detenido, condenado a cadena perpetua y le haya negado la posibilidad de que esta pueda ser revisada». El mural vandalizado en el edificio en el que se encuentra el Consulado General de Italia de Barcelona, en la calle Aribau, es obra de Josep Maria Subirachs y se remonta a 1976.
Te puede interesar: