Según la ley italiana sobre la ciudadanía (L. 91/1992), la adquisición de la ciudadanía italiana (por matrimonio, filiación, residencia …) no prohíbe el mantenimiento de la ciudadanía anterior, como en el caso en el que un ciudadano italiano que se proponga adquirir la ciudadanía de otro estado.
De hecho, el ciudadano italiano no estará obligado a renunciar a su nacionalidad, tal y como reconoce la ley L. 91/1992 que en el art. 11 establece «El ciudadano que posee, adquiere o vuelve a adquirir una ciudadanía extranjera conserva la italiana, pero puede renunciar a ella si reside o establece su residencia en el extranjero».
Asimismo, en 2004 el Ministerio del Interior abolió la obligación de que quienes se convirtieran en ciudadanos por residencia presenten el «certificato di svincolo», con el que el nuevo ciudadano declara renunciar a su ciudadanía de origen.
Por lo tanto, la ley italiana permite tanto a sus ciudadanos en el extranjero como a los que se convertirán, tener doble ciudadanía, y por lo tanto de ejercer los derechos (y deberes) relativos al Estado distinto al de su nacionalidad de origen.
Es importare considerar que hay que tener siempre en cuenta las leyes también del Estado que tenga la ciudadanía y comprobar si dicho país no tiene prohibida la doble ciudadanía.
De hecho, esta posibilidad no es admitida por todos los países: Estados que no admiten la doble ciudadanía
A diferencia de Italia, otros Estados establecen limitaciones al derecho a conservar varias ciudadanías, algunas obligan la perdida de la propia nacionalidad en caso de adquirir la de otro país (por ejemplo, Ucrania, China e India), otras con limitaciones de los llamados ciudadanos naturalizados de ciertos derechos, como el derecho a votar o presentarse a las elecciones (por ejemplo, Australia).
Otros prevén excepciones, con la posibilidad de mantener su ciudadanía incluso si se adquiere otra por matrimonio, pero prohíben el mantenimiento de ambos en el caso de una segunda ciudadanía por residencia.
Por lo tanto, si tiene la intención de solicitar la ciudadanía italiana, será recomendable asegurarse de que la ley de su país de origen permita el mantenimiento de la ciudadanía y evaluar si está dispuesto a renunciar a ella para mantener la italiana.
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Artículo realizado para nuestra casa editorial Stranieri in Italia por la Abogada: Federica Merlo
Trducción en español: Cristina Zambrano León
