Una serie de incendios forestales han llenado de humo la ciudad de Quito, Ecuador, en medio de una severa sequía que azota al país. El martes, los incendios, que iniciaron en el bohemio barrio de Guápulo, se expandieron rápidamente hacia zonas residenciales y áreas boscosas, amenazando viviendas y obligando a las autoridades a actuar con urgencia para controlar las llamas.
El presidente Daniel Noboa, quien interrumpió su participación en la Asamblea General de la ONU en Nueva York para regresar a Ecuador, anunció que las fuerzas armadas fueron desplegadas para colaborar en el combate del incendio. Mientras tanto, algunos residentes intentaron sofocar el fuego por su cuenta, temiendo perderlo todo. Rosana Cepeda, una vecina de Guápulo, expresó su desesperación al no poder salvar nada de su hogar, completamente abrumada por la situación.
El cuerpo de bomberos de Quito movilizó todos sus recursos para enfrentar las llamas, con el compromiso de trabajar durante toda la noche. Hasta el momento, se ha reportado que al menos dos bomberos han resultado heridos y más de cien familias han sido evacuadas, aunque no hay reportes de víctimas fatales. El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, advirtió que el incendio podría continuar durante horas, aunque las bajas temperaturas nocturnas podrían ayudar a controlar la situación. Además, surgieron rumores de que los incendios podrían haber sido provocados.
La Secretaría de Ambiente del Distrito Metropolitano de Quito informó que la calidad del aire se ha visto gravemente afectada, especialmente en el hipercentro y el norte de la ciudad. Esta catástrofe ocurre en el contexto de la peor sequía que ha enfrentado Ecuador en más de seis décadas, lo que ha profundizado la crisis energética del país, dependiente de la energía hidroeléctrica. La falta de agua ha reducido los niveles de los embalses, poniendo fuera de servicio varias represas hidroeléctricas.
En respuesta a esta crisis, el ministro de Energía anunció cortes de electricidad de hasta 12 horas a nivel nacional, aunque estos fueron suspendidos en Quito el martes. Además, algunas zonas de la capital ya han comenzado a experimentar racionamientos de agua, lo que ha complicado aún más la vida de sus habitantes.
