Palabras duras por parte de Òscar Camps, fundador de la ONG española Open Arms, quien en una rueda de prensa en el Parlamento Europeo acusó directamente al gobierno de Meloni de ser el autor de una propuesta de directiva europea que pretende equiparar a las ONG que salvan vidas en el mar con los traficantes de seres humanos.
«Detrás de esta propuesta de directiva europea está el gobierno italiano, que quiere tratar a los traficantes como a las ONG que salvan a los migrantes», declaró Camps, subrayando que la ambigüedad normativa es, en su opinión, una herramienta política para criminalizar a las organizaciones humanitarias.
El activista lanzó una advertencia sobre la libertad de actuación de las ONG en el Mediterráneo central, una de las rutas migratorias más activas y peligrosas hacia la Unión Europea:
«Si le damos al gobierno italiano la oportunidad de interpretar esta directiva como quiera, es como entregarle las llaves de nuestros barcos.»
Las declaraciones de Camps llegan en un momento de gran tensión entre las instituciones europeas, los gobiernos nacionales y la sociedad civil, mientras Italia, junto con Francia, Grecia y Malta, impulsa una revisión de las políticas migratorias europeas y un mayor control de los rescates en el mar.
La intervención de Open Arms plantea serias preguntas sobre los límites entre legalidad, humanidad y política, en un contexto donde las ONG siguen siendo herramientas de rescate pero también blanco de ataques políticos, especialmente en la ruta del Mediterráneo central.
