Italia, meta por décadas de la inmigración, volvió a ser en 2013 un país de emigrantes, como ocurría en el pasado, según los datos divulgados este martes por el Instituto Italiano de Estadísticas (Istat).
Entre las tendencias que más sorprenden del informe sobre las migraciones internacionales e internas de Istat durante el 2018 figura el aumento del número de italianos que se trasladan a vivir y a trabajar al extranjero.
Según los estudios de la entidad, subió del 14,2% con respecto al año anterior. El número de italianos que emigró fue de 82.000, «la cifra más alta registrada de los últimos diez años», señala Istat. Con respecto al 2017, el porcentaje subió del 20,7%, una cifra que preocupa a las autoridades debido a la crisis económica y al aumento del desempleo que sacude la economía italiana.
Emigraron sobre todo personas con edades que oscilan entre 20 y 45 años y las metas preferidas son Reino Unido, Alemania, Suiza y Francia, recalca el estudio. En el año 2017, el número de ciudadanos extranjeros que se trasladaron a Italia fue de 307.000, un 12,3% menos que en 2017, indica el informe.
La mayor comunidad extranjera que reside en Italia es rumana, con 58.000 personas registradas. Le sigue la marroquí (20.000), china (17.000) y ucrania (13.000). Disminuyó el número de emigrantes ecuatorianos, – entre las más importantes de América Latina -, que entraron a Italia con respecto al 2017: menos del 37%, una cifra significativa. Los italianos que regresaron del exterior fueron 28.000, mil menos con respecto al 2017.
Se registró también un aumento del número total de extranjeros que abandonaron Italia: de 38.000 a 44.000 (+14%).
Istat