El gobierno trabaja en nuevos mecanismos para aumentar la entrada de trabajadores extranjeros extracomunitarios, superando el rígido sistema de cuotas que hasta ahora ha definido el decreto flussi. El objetivo es doble: superar el caos del click day y responder a la creciente escasez de mano de obra que afecta tanto a las empresas como a las familias italianas. La estrategia se centra en programas de formación en los países de origen, para garantizar llegadas más estables y perfiles mejor preparados para las exigencias del mercado.
Este cambio no será inmediato. Los tiempos burocráticos superan con frecuencia el año, y las cuotas disponibles se agotan en segundos, convirtiendo el click day en una auténtica lotería que frustra a trabajadores y empleadores. A pesar del esfuerzo organizativo, las cifras siguen siendo bajas: en 2023-2024, solo el 16% de los trabajadores solicitados a través del click day firmaron efectivamente un contrato laboral, prueba de que el sistema es complejo e insuficiente para cubrir la demanda real de mano de obra.
El nuevo decreto, aprobado el 30 de junio con una proyección trienal, abre sin embargo perspectivas importantes: a partir de 2026, ya no habrá límites en las entradas destinadas al sector de la asistencia a personas con discapacidad y ancianos dependientes, y en general se tenderá a canales menos rígidos y más adaptados a las necesidades concretas.
No obstante, el subsecretario Alfredo Mantovano ha advertido que no habrá cambios rápidos: los click day no desaparecerán de inmediato ni lo harán los techos de cuota. La transición será gradual, con un período de convivencia entre los dos sistemas. El objetivo es hacer el proceso más eficiente y útil para las empresas, sin renunciar a los mecanismos de control que en los últimos años han reducido las estafas y garantizado mayor transparencia.
