El líder del Partido Demócrata (PD) considera los comicios “un punto sin retorno” El político progresista prevé una dura batalla por la democracia l A su juicio, un triunfo de Salvini y Berlusconi hará feliz a Rusia.
Europa, y también España, tendrán “problemas” si, como predicen los sondeos, la coalición de derechas gana las elecciones del próximo día 25 en Italia, asegura a Efe Enrico Letta, el líder de la principal formación progresista italiana, el Partido Demócrata (PD), que considera los comicios “un punto sin retorno”. “Ya no habrá un motor italiano en Europa, sino un freno, preveo problemas”, dice, mientras teme que el triunfo de la alianza que encabeza la ultraderechista Giorgia Meloni suponga “un impulso muy importante” para Vox en España.
Letta (Pisa, 1966) será el líder de la oposición si se cumplen los pronósticos que dan a la derecha un 45% de los votos, aunque con la actual ley electoral, la coalición formada por Hermanos de Italia (FdI) de Meloni, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi podría copar el 70% del Parlamento.
El ex primer ministro critica con dureza la decisión de Berlusconi, miembro del Partido Popular Europeo (PPE), de hacer caer el Gobierno de Mario Draghi: fue una “locura completa” y una “traición a la historia” de los conservadores europeos. “Es evidente que los próximos años, si vence la derecha, serán muy complicados para Europa, sobre todo porque pierde a Draghi, un punto de referencia, y más ahora que debe tomar decisiones muy importantes sobre instituciones, sanidad, política internacional, fondos europeos, el nuevo pacto de estabilidad y crecimiento, las políticas monetarias y las reglas fiscales”.
En primera línea
Para Italia, estas elecciones son “un punto sin retorno” y hay que “estar en primera linea en una batalla durísima por el país, por la democracia y por Europa”, explica el artífice de la recuperación en el último año del PD, segundo en las encuestas y pisando los talones a FdI.
Tras el 25 de septiembre “se cerrará una larga fase de incertidumbre y transformismo”, se establecerán “equilibrios que permanecerán durante los próximos 5 años e incluso más” y “no se reharán gobiernos” en el Parlamento: “Luego no se podrá cancelar el voto, como un me gusta en las redes sociales”. La derecha “se ha unido prescindiendo de su posición anterior para llegar al poder” y Letta no ha podido formar el frente amplio que pretendía: la alianza con el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y Giuseppe Conte se rompió después de forzar éste la caída de Draghi. Tampoco se han sumado los centristas Carlo Calenda y Matteo Renzi: “Los tres han tomado decisiones ligadas a su espacio político, pensando en sus resultados individuales, y sólo nosotros nos hemos enfrentado al problema de cómo parar a la derecha”.
Jóvenes e indecisos
Letta desgrana los puntos de su programa: incentivar el trabajo, especialmente juvenil, y luchar contra la precariedad; mejorar la movilidad sostenible y combatir el cambio climático frente a “una derecha negacionista, en la senda de Trump y Bolsonaro” e impulsar las libertades, “superando el retraso que hay en asuntos como el matrimonio igualitario o la eutanasia”.
“Me temo que en un país que no es avanzado en derechos como España, se verán frustradas las expectativas de los jóvenes y muchos podrían abandonarlo”, explica, sin olvidar por supuesto la crisis energética, “nacida del chantaje de Putin” y para la cual “es necesaria una solución europea”.
El otro objetivo es convencer a los indecisos, que rondan el 40% según los últimos datos: “Creo que la gente se ha dado cuenta de que fue una locura hacer caer a Draghi”.
Brindis en el Kremlin
Letta dice que un triunfo de Salvini y Berlusconi hará feliz a Rusia: “Lo que sucede con la energía no es casualidad, han pasado más de 8 meses del inicio del intento de invasión y justo ahora los rusos han asumido un perfil muy agresivo respecto a Italia y Europa, es claramente una injerencia en las elecciones”. “Salvini dice lo mismo que el Kremlin y pide el final de las sanciones”, zanja.
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