El debate sobre la reforma de la ley de ciudadanía, conocida como Ius Scholae, está captando la atención del mundo político y de la sociedad italiana. Si la propuesta de ley fuera aprobada, se produciría una transformación demográfica significativa con la integración de más de medio millón de nuevos ciudadanos italianos en los próximos cinco años. Según un estudio realizado por Tuttoscuola, esta reforma tendría un impacto considerable en miles de jóvenes extranjeros que asisten a las escuelas italianas.
¿Qué prevé el Ius Scholae?
El texto de la reforma introduce la posibilidad de que un menor extranjero nacido en Italia obtenga la ciudadanía italiana, siempre que haya residido legalmente y sin interrupción en el país y haya asistido regularmente durante al menos cinco años a uno o más ciclos escolares. Esta medida busca reconocer el derecho a la ciudadanía a los jóvenes que han completado una parte significativa de su educación en Italia, integrándose en el tejido social y cultural del país.
Las cifras del estudio: 560,000 nuevos italianos
El estudio de Tuttoscuola proporciona datos reveladores sobre el impacto de la reforma. En el primer año de aplicación, unos 310,000 jóvenes obtendrían la ciudadanía italiana. Esto incluye principalmente a los estudiantes de tercer grado de secundaria y de educación secundaria superior que, habiendo ya superado los cinco años de educación requeridos, se beneficiarían de la nueva norma con efecto retroactivo. Además, también se incluirían los inscritos en los programas de Educación y Formación Profesional (IeFP), que acogen a un número significativo de jóvenes extranjeros.
Proyectando el efecto de la reforma en los cuatro años siguientes, otros 249,000 estudiantes alcanzarían los requisitos para obtener la ciudadanía, elevando el total a unos 560,000 nuevos ciudadanos italianos en cinco años. Estas cifras representan aproximadamente el 7% de la población escolar total y el 1.2% de los votantes en Italia.
Una distribución territorial desigual
El efecto de la reforma se distribuiría de manera desigual en el territorio nacional. Según el estudio, la mayoría de los nuevos ciudadanos italianos residiría en las regiones del centro y norte de Italia, donde vive el 60% de la población escolar extranjera. En el sur, en cambio, menos del 15% de los beneficiarios de la reforma residen en esta parte del país, lo que evidencia un fuerte desequilibrio territorial.
Las posiciones políticas
El debate político sobre el Ius Scholae está encendido y presenta opiniones contrastadas incluso dentro de la mayoría gubernamental. El viceprimer ministro y líder de Forza Italia, Antonio Tajani, se ha declarado a favor de modificar los criterios para la obtención de la ciudadanía, subrayando que es una necesidad para un país en constante cambio. Por el contrario, el otro viceprimer ministro, Matteo Salvini, líder de la Liga, ha declarado que la cuestión no es una prioridad y no está en la agenda del gobierno. Giorgia Meloni, presidenta del Consejo, aún no se ha pronunciado claramente sobre el asunto, dejando en el aire el futuro de esta propuesta de ley.
Conclusión
La introducción del Ius Scholae podría representar un giro histórico para miles de jóvenes extranjeros que han construido su futuro en Italia. Sin embargo, el camino hacia la aprobación de esta reforma aún es incierto y dependerá de la evolución del debate político en los próximos meses. Si se aprueba, la ley no solo daría un nuevo impulso a la integración social, sino que también contribuiría a redefinir el concepto de ciudadanía en una Italia cada vez más multicultural.
