El Gobierno italiano ampliará la prohibición de despedir por motivos económicos derivados de la crisis del Covid19 mas allá del 31 de marzo, pero la prórroga será selectiva en función de los mecanismos de protección con los que cuenta actualmente cada sector.
Así lo ha asegurado hoy el ministro de Trabajo, Andrea Orlando, en una comparecencia parlamentaria, en la que ha señalado que habrá «una ampliación del bloqueo de los despidos, que tendrá una fecha final para los trabajadores que dispongan de otras herramientas de cobertura».
Orlando no ha entrado en detalles, pero fuentes conocedoras de las negociaciones en curso entre el Gobierno y los agentes sociales han señalado a EFE que la fecha que se baraja es el 30 de junio.
Para los trabajadores desprovistos de coberturas, se seguirá manteniendo la prohibición de rescindir sus contratos hasta que el Ejecutivo, sindicatos y empresarios acuerden una reforma de los mecanismos de protección social, con las mismas reglas para todos los sectores en todo el país.
El Gobierno italiano de Mario Draghi conversa desde hace semanas con los agentes sociales para ver cómo se puede proteger el empleo sin penalizar el desarrollo de las empresas, tras la crisis de la pandemia y con la vista puesta en la recuperación.
Orlando ha observado que no se pueden tratar «diferentes situaciones con las mismas herramientas», una máxima que pide la patronal italiana desde hace meses, contra los sindicatos que argumentan que la prohibición de despedir debe conservarse para todos los sectores hasta que Italia supere la situación de emergencia por la pandemia.
Ha garantizado que no se abandonarán las ayudas porque «la crisis continúa» y ha recordado que, a pesar de que el producto interior bruto italiano cayó en 2020 casi un 9 % en términos interanuales, «la tasa de empleo retrocedió menos de un punto en diciembre en comparación con el año anterior».
«En un año dramático, gracias a las intervenciones extraordinarias» del Gobierno italiano «el mercado laboral ha vivido estabilidad», ha precisado.
Finalmente, ha indicado que la crisis derivada de la COVID-19 afecta actualmente sobre todo a «algunas zonas del país y a algunos sectores», especialmente el turismo, la hostelería, los servicios, las empresas dedicadas al ocio y también al comercio minorista (no alimentario), y que los colectivos más golpeados son los jóvenes y las mujeres.
«Precisamente porque es urgente abordar esta cuestión, he creado un grupo de trabajo que identifique acciones dirigidas a apoyar el empleo femenino y a cerrar la inaceptable realidad que supone la brecha salarial entre hombres y mujeres», ha dicho.
El primer ministro Draghi ya recordó en su discurso de investidura que Italia cuenta igualmente con una de las peores brechas salariales entre hombres y mujeres de Europa.
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